Tras 35 años y ya sin la sombra de la dictadura, el Malvinas Argentinas de Argentinos Juniors significará el resurgimiento del festival que marcó una era en el rock nacional.
El 14, 15 y 16 de octubre se vivirá el primer BA Rock en democracia.
El Velódromo de Palermo en 1970 fue el espacio/tiempo donde todo comenzó para el festival independiente Buenos Aires Rock, un islote dentro del mar de la industria comercial. Con la bandera del amor, la paz, la música y el rock nacional como arte y no como bien cultural de consumo, el considerado Woodstock argentino intentó ser un canalizador de una generación perseguida y frustrada por la situación política, económica y social de una Argentina desgarrada por la dictadura de Onganía.
El evento, impulsado por el periodista Daniel Ripoll (director de la revista Pelo, un antes y un después en las publicaciones rockeras), se repitió en los siguientes dos años y tuvo una cuarta edición en 1982, con más de 180 mil espectadores.
La convocatoria definió una estética dentro del rock y forjó a grandes bandas y artistas como Almendra de Luis Alberto Spinetta, Manal, Vox Dei, Arco Iris, Charly García, Nito Mestre, Pappo, León Gieco, Litto Nebbia, Gustavo Santaolalla, entre otros. Incluso quedaron como legado dos películas para el cine musical nacional como Hasta que se ponga el sol (Anibal Uset, 1973, con filmaciones del BARock 1972) y Buenos Aires Rock (Hector Olivera, 1983, con escenas de 1982 en Obras Sanitarias).
Germán López, del Diario Popular, aseveró que el festival «convocó mucho público porque estábamos en una dictadura (la del 66). Y muchas expresiones culturales estaban cerradas por la prohibición de lo público. El rock estaba mal visto. La gente joven canalizaba su rebeldía y su protesta a través de este género. Que poco a poco fue teniendo canales de expresión y uno fue el BA Rock».
«Vamos a ver una confluencia de artistas, algunos de la vieja época, otros nuevos. Hay que ver cómo convivirán en sí los distintos públicos», aseguró el periodista de Diario Popular, Pablo Quiros, acerca del próximo festival.
Con la idea de honrar esa época dorada y buscando dar espacio a la innovación con nuevos músicos, el BA Rock regresa de la mano de Ripoll haciendo un hibrido entre la «vieja guardia» y la «nueva caballería»: estarán León Gieco, Litto Nebbia, David Lebón, Fito Páez, Babasónicos, Las Pastillas del Abuelo, La Vela Puerca, Guasones, Catupecu Machu, Pampa Yacuza, Militantes del Climax, entre otras.
Matías Westerkamp, de La Condena de Cain, una banda que tocará en el Malvinas Argentinas, destacó que «están viniendo un montón de artistas y festivales internacionales, lo que está muy bueno, y éste tiene una mística que va más allá de lo económico». Con la fresca participación en el Cosquín 2016 y preparando un show en Obras, contó que fueron convocados por ser «parte de la herencia cultural del BA Rock, relacionado con la música de la época y esas bandas que nos volaron la peluca».
El guitarrista del grupo, formado en 2004 y que tiene como faros a Spinetta y al Indio Solari por crear un «mundo artístico con su propio lenguaje y signos», afirmó que es un orgullo ser parte del BA Rock. Continuamos esa historia y tomamos ese legado, compartiendo escenario con un montón de estos artistas».
Buscarán mostrar su impronta en un «festival mítico en la historia cultural argentina» en el que la poesía es lo más importante y no lo panfletario: «Hay muchas bandas que dicen que es un medio para transmitir un mensaje o una ideología. Para nosotros, la poesía no es un medio, es un fin en sí mismo. El arte tiene ese lugar de tocar desde un lugar donde el pensamiento no llega. Defendemos y sentimos esa idea».
Litto Nebbia, que será el primero en ser incluido en el Salón de la Fama de la Fundación BA Rock, abrió el camino con su banda Los Gatos cuando en 1967 popularizó una corriente original dentro del rock nacional con su sencillo «La Balsa», que vendió 250.000 simples. Eso generó un boom en el surgimiento de bandas de rock, con una importante convocatoria sobre todo en Buenos Aires. El 8 de junio pasado, en el Gran Rex, Nebbia celebró los 50 años del Rock Nacional con el BA Rock Acusticazo, junto a León Gieco, Catupecu Machu y Salta la Banca.
El periodista Pablo Quiros destacó el papel de Los Gatos, Almendra y Manal por «iniciar una ruptura en con la música de los 60. Que se enmarcaba en un movimiento rockero contra cultural. Ya Elvis Presley, que no era totalmente rupturista, estaba cambiando las formas. En los 60, con los Beatles, The Who, los Stones, cambió la corriente. Se oponían a lo establecido en las costumbres y en lo social. Acá sucedió lo mismo, buscaron otro tipo de literatura y poesía para expresar lo que le pasaba a la gente. Fue importante la resistencia cultural al gobierno militar en ese momento».
Había grupos que empezaron de una forma comercial y fueron evolucionando hacia un rock más progresivo pero como dice Quiros «no había tanto resto ni aguante. También estaban los grupos comunitarios como La cofradía, con el rock como forma de vida».
En cambio, Moris, Pajarito, Lito Nebbia o Miguel Abuelo se pudieron mantener. «Eso le dio más valor a esa propuesta, porque ellos se mantuvieron en ese reducto de la propuesta más originaria y artística, y no cayeron en los cantos de sirena de hacer dinero», cerró a modo de reflexión Germán López.
Una producción especial de: Mauro Coppolillo, Eduardo Maidana, Enzo Resino, Facundo Llidó, Leonardo Bravo, Matías Devincenzi, Santiago Salituro, Andrés Stranges, Tobías Ginzo y Jayro Gutierrez