El 2017 marca un cambio rotundo en el sistema de clasificación tanto al Mundial como a los Juegos Olímpicos por parte de la FIBA, la Federación Internacional de Básquetbol. En un claro objetivo por mejorar los aspectos comerciales, como así también para que los jugadores tengan el verano libre y no tengan compromisos con sus selecciones por lo que se harán ventanas durante el año al igual del fútbol para disputar la clasificación.
Como primera medida, la clasificación al Mundial se dividirá en cuatro regiones (Europa, América, Asia junto a Oceanía y África) y los partidos se disputaran en seis ventanas durante el período 2017-2019. La primera ventana será del 20 al 28 de noviembre de 2017; la segunda, del 19 al 27 de febrero de 2018; la tercera, del 25 de junio al 3 de julio de 2018; la cuarta, del 30 de agosto al 18 de septiembre de 2018 y las últimas dos, del 26 de noviembre al 4 de diciembre del 2018 y del 18 al 28 de febrero de 2019.
Con respecto a América, la clasificación se dividirá en dos fases. La primera fase estará compuesta de 16 selecciones, que se dividirán en cuatro grupos de cuatro (dependiendo la región a la que pertenecen) donde jugarán todos contra todos de local y visitante, para luego los primeros tres de cada uno de ellos pasar a la segunda fase donde se reorganizan en dos grupos de seis seleccionados. Esta fase final también contará con partidos de local y visitante entre todos los integrantes de cada grupo para que los primeros tres de cada uno de ellos, más el mejor cuarto, obtengan el boleto para disputar el Mundial de China 2019 en este caso. Argentina quedó emparejado en el grupo A el cual comparte con Uruguay, Paraguay y Panamá.
La FIBA para realizar dichos cambios, debió llegar a un acuerdo con cada una de las federaciones que la integran para que estas adapten sus calendarios a las ventanas para que los entrenadores de cada una de las selecciones tuvieran a su disponibilidad a todos los jugadores. Pero hay dos torneos independientes con los que no llegaron a dicho acuerdo, la NBA y la Euroliga. En el primero de los casos, el acuerdo es que las franquicias no cederán a ninguno de los jugadores para cada una de las ventanas mientras que si tienen la obligación de hacerlo para la disputa tanto del Mundial como de los Juegos Olímpicos, aunque luego cada jugador decidirá si participa o no. El caso de la Euroliga es diferente ya que todavía hay negociaciones para intentar un arreglo que convenga a ambas partes, por lo que todavía no se sabe que puede pasar con los jugadores que integran dichos equipos. Teniendo en cuenta que ambas ligas son de las más fuertes del mundo, en muchos casos las selecciones deberán estar integradas por jugadores de menor nivel, ya que los demás no serán cedidos por sus equipos.
Teniendo en cuenta dichas restricciones para el armado del plantel, y tomando como base los jugadores que disputaron la Americup en agosto, el entrenador Sergio Hernández no podrá contar con varios de ellos. Dentro de ellos se encuentran jugadores de la talla de Facundo Campazzo (Real Madrid), Nicolás Laprovíttola o Patricio Garino (Baskonia) ni tampoco con Nicolás Brussino (Atlanta Hawks) mientras que resta saber que pasará con Luis Scola reciente refuerzo en la liga china, por lo que no se puede garantizar su presencia en las diferentes ventanas de la clasificación. Es por eso que habrá que ver que tanto beneficia a la Argentina el nuevo sistema de clasificación y si realmente esto no será un problema debido a la gran baja de jugadores. Por el momento la “Oveja” Hernández está a la espera de una resolución y poder así contar con la mayor cantidad de jugadores posibles.