Integrar la Selección de cualquier deporte no es para nada sencillo. Requiere compromiso, responsabilidad y muchas ganas de crecer. Este es el caso de Tomás Villarroel, que a los 22 años ya tiene una vasta trayectoria en la Selección Junior (estuvo en los Mundiales de handball de Hungría y de Brasil). El arquero, que también disputó cuatro Panamericanos de Clubes con SAG de Villa Ballester, viene de ganar el Torneo Nacional con la entidad de Jose León Suárez. De su actualidad charló con Pirámide Invertida.
-¿En qué momento te encuentra este llamado a la Selección argentina?
-Me encuentra en un gran momento deportivo, ya que estoy teniendo buenos partidos en el ámbito del Torneo Metropolitano. También es el momento de mayor exigencia del año, como fueron el Panamericano de Clubes y el Nacional de Clubes. Por suerte mi rendimiento fue correcto; al ser un chico joven, esta etapa me pone a prueba para poder reemplazar en algún momento a los que están arriba mío.
-¿Cómo se están preparando para el Cuatro Naciones?
-El Cuatro Naciones es un torneo en donde Manolo (N de la R: Cadenas, el entrenador de la Selección) probará jugadores para las distintas competencias que tendrá la Selección de acá en adelante. Son clave los entrenamientos para conocer cuáles son las capacidades y puntos a mejorar de cada jugador, para ponerlos en ritmo antes de cualquier campeonato. Son semanas intensas, pero nos ayudan a mejorar y a ensamblar el equipo.
-¿Qué les inculca el entrenador?
– Le encanta la rutina y la puntualidad, el orden, usar la cabeza, pensar… Es un entrenador al que le gusta el juego ordenado, con sistemas de juego preestablecidos y simples. Trajo experiencia, conocimientos y muchos objetivos para este equipo. Trabaja con todos los jugadores, tanto en sus puestos específicos como en conjunto; a los arqueros nos presta mucha atención… Yo creo que tratará de explotar las capacidades de cada jugador al máximo.
-¿Qué expectativas personales tenes de cara al Cuatro Naciones?
-Como expectativa personal, en principio, estar entre los convocados para viajar al torneo en Brasil. Me encuentro peleando con Juan Bar y Leonel Maciel, y es por eso que voy a dar todo de mí para poder estar. En el caso de quedar en la nómina, poder demostrar la experiencia internacional que he sumado en los últimos años, con los Panamericanos y los Mundiales.
-¿Y grupales?
-En cuanto a lo grupal, tratar de ensamblar al equipo, ya que hay muchos de jugadores nuevos y jóvenes que tal vez nunca jugaron con los de más experiencia en la selección.
-Además de jugar al handball, estás haciendo la carrera de contador público. ¿Cómo combinás el estudio con los entrenamientos?
-Sí, estoy cursando las últimas materias de la carrera que hice en conjunto con el entrenamiento. Además, hace dos años estoy trabajando en un estudio de auditoria externa contable, y en este momento conseguí un puesto en contabilidad en una empresa del Grupo Techint. Es muy difícil repartir el cuerpo para hacer todas esas cosas, pero bueno… A mí me dijeron una vez que «el que quiere, puede». Si uno hace lo que ama y apasiona, no hay más que intentarlo. Los objetivos en mi vida los tengo claros, y cuando uno se los pone, los quiere cumplir.
-¿Como es compartir plantel con un histórico de este deporte como Kogovsek?
-Compartir cancha con Andrés es un orgullo. Es saber que estás entrenando y jugando con un señor referente de todo el handball argentino. Con 43 años, el viejo va a entrenar y a jugar todos los partidos, hasta corre mucho más que alguno de los jugadores más jóvenes del plantel… Es un honor.
-¿Tenés como anhelo jugar en Europa? Y si es así, ¿antes quisieras terminar tu carrera universitaria?
-La gran utopía de cualquier jugador de handball es poder emigrar a Europa para mejorar. Mi idea siempre fue poder terminar la carrera, porque una vez que la tenga lista, me podría ir a Europa con un título en la mano… Y en el caso que tenga que volver a la Argentina, saber que voy a poder conseguir trabajo. Ojalá en algún momento tenga la oportunidad.
AUTOR: Thiago Saracho Alvarez. 2°B, Turno Mañana.