Quedo muy lejos aquel Ñewell’s campeón del 2013 de Gerardo Martino, de lo único que se hablaba era del buen fútbol que tenían. Porque de lo que se viene hablando en el último tiempo es de la mala situación institucional y económica que atraviesa el club. Pero tomo una gran importancia en este pasado receso que hubo antes de iniciar el nuevo formato de la Superliga, porque el conjunto rosarino estuvo muy cerca de no poder empezar el campeonato por las deudas que tenían con sus jugadores, entonces Agremiados le notificó a la AFA que no le iba a permitir jugar sin antes cancelar todas las deudas con sus futbolistas, pero días antes del inicio de la primera fecha llegaron a un acuerdo la dirigencia leprosa con la asociación de futbolistas Agremiados, en donde se comprometieron a pagar todo lo que debían y ponerse al día con los sueldos de los jugadores.
El conflicto parecía estar resuelto pero en las últimas semanas aparecieron cheques rechazados, surgió una versión en el que Ñewell’s había simulado un pago pero que el dinero nunca se había acreditado, algo decididamente impensado considerando que Agremiados jamás hubiera emitido un libre deuda si la plata efectivamente no hubiera ingresado. Entonces a raíz de lo sucedido tomo manos en el asunto el juez Fabián Bellizia quien lleva adelante el fideicomiso de los rosarinos, decidió realizar una orden judicial en donde si iba a ejercer un control más estricto de la administración del club y de las contrataciones de jugadores del mismo.
Se aparentaba que con estas medidas tomadas se iba a encaminar el club, pero no fue así porque en estos días recibió un golpe duro en lo deportivo ya que el delantero Joel Amoroso tras intimar a los dirigentes por una deuda de 2.000.000 de pesos quedo en libertad de acciones y podrá irse a otro equipo, mientras que el defensor Danilo Ortiz que aun no firmo su contrato porque el juez no se lo permitió y no pudo jugar ni un partido todavia . Se nota que la lepra pelea 2 frentes la del torneo con mayoría de juveniles y el de tratar de mantener de pie al club.
Lucio Castelli