Desde su descenso, Colón no encuentra el rumbo. Aquella versión que lo hizo campeón de la Copa de la Liga 2021 y subcampeón de la Sudamericana 2019 parece cada vez más lejana. Desde sus mejores momentos, el club ha tenido muchos palos en la rueda.
Uno de ellos fue la salida de Eduardo Domínguez, técnico campeón en 2021. En 2022 pasaron cuatro entrenadores: Falcioni, Marini, Rondina y Saralegui. Ninguno logró enderezar el rumbo. En 2023, Néstor Gorosito complicó aún más la situación y fue reemplazado por Israel Damonte, con pasos por Huracán y Sarmiento. Aunque consiguió algunas victorias, no alcanzó, y Colón disputó un desempate con Gimnasia que decretó su descenso.
Jugadores como Paolo Goltz, Ramón “Wanchope” Ábila y Facundo Garcés fueron señalados. Este último, capitán, quedó colgado tras decidir no continuar en el plantel.
Reconstrucción y una ilusión que duró poco
Tras el descenso, Damonte fue destituido. Iván Delfino asumió en un contexto complejo: con el plantel desarmado y la necesidad de reconstruir en la Primera Nacional. Colón se reforzó con jugadores libres del medio local como Joel Soñora, Sebastián Prediger y el regreso de Christian Bernardi.
El equipo mostró un buen nivel. Con experiencia, juveniles del club y refuerzos, se armó una base sólida. En las primeras 13 fechas fue puntero cómodo, con expectativas de un regreso rápido.
Pero no todo fue positivo. Problemas en el vestuario rompieron la armonía. En las siguientes 14 fechas, Colón perdió terreno. Delfino renunció y asumió Rodolfo De Paoli, quien duró apenas seis partidos. Luego llegó Diego Osella, que también dirigió seis encuentros y clasificó al equipo al octogonal. Enfrentó a All Boys y, aunque empató en Floresta, quedó eliminado por ventaja deportiva.
Osella no dio el salto que se esperaba. El objetivo era ascender o, al menos, llegar lejos. Pero el sueño se esfumó. La gente quedó golpeada, sin saber a qué aferrarse.
Nombres fuertes y de jerarquía, resultados flojos
De cara a 2025, llegaron nombres históricos. Emmanuel Gigliotti y Marcos Díaz, ex Huracán, Boca y Talleres, se sumaron al plantel. Muchos creyeron que esos refuerzos traerían tranquilidad. Con Ariel Pereyra como técnico, se renovó la ilusión.
El arranque fue correcto: eliminado temprano en Copa Argentina por San Martín de Tucumán por penales, pero con tres victorias y un empate en los primeros cuatro partidos. Luego vino un traspié en Casanova, con dos errores de Marcos Díaz que significaron los goles de Almirante Brown. Sin embargo, Colón venció sin problemas a Central Norte.
Los dos errores del arquero que consumaron una dura derrota en condición de visitante.
Un empate contra Gimnasia de Mendoza generó dudas. A partir de ahí comenzó la crisis: tres derrotas consecutivas lo dejaron décimo en la tabla. El torneo volvió a demostrar su dificultad: descender no garantiza un ascenso inmediato.
La lupa sobre Marcos Díaz
Lo preocupante fue la forma de perder: sin mostrar buen juego y con errores individuales, especialmente del arquero. En los últimos tres partidos, Marcos Díaz cometió fallas graves que perjudicaron al equipo. A pesar del bajo rendimiento colectivo, el foco estuvo puesto en él, generando descontento en el hincha sabalero.
En la última derrota ante San Telmo (1 a 0, como local), se lo vio afectado. En sus redes, el arquero publicó: «Nunca voy a bajar los brazos. De los malos momentos se sale trabajando y estando todos juntos.»
El error de Marcos Díaz sobre el final frente a San Telmo para sumar 4 partidos sin conocer la victoria sumando tres derrotas y un empate.
Un futuro incierto
El presente es flojo. Desde Eduardo Domínguez, pasaron 11 técnicos que pasaron por Colón entre 2022 y 2025.
El fútbol argentino es cada vez más complejo: pérdidas económicas, planteles con jugadores que en primera sobran, formatos difíciles de entender y aún más difíciles de jugar.
Ariel Pereyra deberá encontrar soluciones cuanto antes. Tal vez cambiar su esquema, probar variantes y devolverle la ilusión a un pueblo sabalero que se siente cada vez más lejos del regreso a la máxima categoría de nuestro fútbol.
Por: Tiziano Frasette e Ivan Cinti