En un gran partido que dio inicio a lo que será el último Top 12 de la historia de la URBA, los fantasmas de inconsistencia invadieron a Newman, que no pudo con Regatas y perdió por apenas 27 a 26.
El Bordó tiende a realizar buenas campañas regulares, pero luego no refleja ese buen rendimiento en los playoffs, es discontinuo. Los Cardenales tuvieron el dominio de la ovalada, pero Regatas, con su juego directo y sólida defensa, controló el partido. Tanto en el ritmo de este como desde la forma de disputa, ya que presentó un estilo friccionado que buscó trabar constantemente la intención de construcción por parte de su rival.
Como si fuera poco, al hablar de pesadillas que irrumpieron en los pensamientos de los dirigidos por Alfredo Cordone, recordar la última jugada del encuentro, en la que su equipo se encontraba en el ruck bajo palos con ventaja a su favor. Para todos los espectadores el mejor plan era insistir con la intención de apoyar sobre esa zona central la pelota para poder disponer con la conversión posterior al try de frente a los palos. Pero claro, ello es fácil de pensar desde fuera del partido, caso contrario a lo que sucede en el medio de la vorágine del encuentro.
Con las palpitaciones a mil por segundo, el ruido de la grada por parte de la gente que dio un espectáculo en los tablones con sus trompetas y cantos, el cuerpo que ya no da más tras casi 80 intensos minutos llenos de choques, tackles, y el cerebro que cada vez recibe menos oxígeno. Situación en la que se encontraba el capitán Lucas Marguery, que no le permitió tener la visualización y análisis de la situación que lo caracteriza y sacó la pelota hacia su izquierda para que la jugada finalice con Justo Ortiz Basualdo, que apoyó la pelota en zona de in-goal a los 77 minutos.
La gente del visitante explotó en festejo apoyada sobre la baranda que caracteriza el estadio de Regatas alrededor de todo el campo. Sin embargo, segundos después todos entendieron lo que estaba por suceder. Una difícil ejecución que permitiera llevarse los dos puntos de la conversión que les daría la victoria. Muy pegado sobre la línea lateral, el ángulo de visión hacía los palos era escaso, requería de mucha precisión. Por suerte cuentan con un gran líder de experiencia, estratega nato, como lo es Gonzalo Gutiérrez Taboada que se encargó de patear.
37 años de puro rugby para Gonzalo pero que debe afinar la pegada para los momentos claves.
Pero fue inevitable oír el murmullo que encerró a toda la cancha y rebotó por todo el ambiente a pesar de estar al aire libre, el eco resonó sin importar ello. Aún está muy presente lo sucedido en las semifinales del año pasado, en las que el diez de Newman falló el tiro a la H en la última jugada del partido, cuando el tiempo ya había pasado los 80 minutos reglamentarios y su equipo se quedó con las manos vacías.
Y esta vez, en perjuicio para Newman, el resultado fue similar ya que el lanzamiento contaba con gran precisión, pero se quedó sin potencia y no logró llegar hasta los palos. Lo que nuevamente le dio el triunfo al equipo contrario por un punto e hizo que los Cardenales, que suelen terminar entre los primeros cinco puestos y se espera lo mismo de ellos para este torneo, empezaran con el pie izquierdo.
Lucas Marguery, el nueve del Bordó y uno de los encargados de generar el movido juego de su equipo, manifestó: “Fue un partido de mucho ida y vuelta, clásico de un primer partido con muchos errores. Rescato el juego con el pie que tuvimos y tenemos por mejorar cositas que definen el balance del partido. Nos sacaron algunos compañeros que fueron al Pampas, pero son las reglas del juego, hay que afrontarlo y viene bien para que aprovechen los pibes que la vienen remando y se ganen su lugar. Será complicado pulir esas cuestiones, pero buscamos seguir la línea que venimos laburando hace ya siete, ocho años”. En el siguiente encuentro se enfrentarán a SIC.
Así los de Bella Vista lograron arrancar el torneo con una suma de 4 puntos con su característica forma de jugar en la que no te regalan nada. Siempre son una piedra en el zapato de los rivales por el sacrificio y la entrega que brindan en cada partido. Tuvieron una gran eficacia para poder aprovechar las situaciones que generaron a pesar de tener menos tiempo la pelota. Agustín García Campos, el joven jugador de 20 años que se destacó en el equipo ganador, declaró: “En el scrum les otorgamos muchos free kick a su favor, hay que trabajar sobre ello para no dar ninguna ventaja. Así mismo mejoramos el line, pero aún tenemos fallas de comunicación”. Su próximo encuentro será frente a Hindú y allí buscarán darle continuidad a su buen arranque.
Facundo León Ciociano, 2º A TN