Se convocan mediante redes sociales, encuentran su lugar sagrado en los bares, acuden con banderas y camisetas, realizan una previa, discuten, demuestran su nerviosismo, festejan si las cosas van bien y se fastidian cuando no. Sí, está imaginando bien, se trata de una juntada que realizan fanáticos de un club para vivir un partido. Pero la misma, en su esencia, porta una curiosidad ajena al resto: es una reunión de la peña del Real Madrid en Buenos Aires. Y sí, la decena de presentes se consideran fanáticos del club a pesar de verse distanciados por más de 10.000 kilómetros.
Más allá que la idiosincrasia futbolera argentina dicta que uno suele encontrar la pasión por un equipo a través de razones barriales, por herencia, trabajos de persuasión de algún conocido y miles de opciones más, posiblemente bajo ningún parámetro se concibe algún
método que permita encontrar el fanatismo por un club de otro continente.
Sin embargo, la era digital, otorgando la chance de ver cualquier partido sin importar el lugar, demuestra que las fronteras también desaparecen a la hora de vivir el fútbol. Al punto de conseguir trasladar su pasión hasta sitios impensados, incluido Argentina. Las peñas de
equipos europeos en el país se convirtieron en un fenómeno en alza que demostró aún no conocer su techo. Es que semana a semana recluta una mayor cantidad de aficionados que, religiosamente, asisten a cada una de las juntadas que les permite compartir su pasión. Porque sí, la hinchada Blanca, que se reunió una vez más en el bar Puerta Roja de San Telmo, derrocha el mismo fanatismo que cualquier equipo del fútbol local.
Tienen su cuerpo en Buenos Aires, pero su corazón atravesando el Atlántico. “Yo soy hincha del Real Madrid y de nadie más”, afirman todos aquellos a los que uno se acerca durante los minutos previos a que inicie una nueva edición del Clásico de España y que las decenas de Madridistas conviertan una cervecería en lo más cercano posible a una tribuna del Santiago Bernabéu. Una dura derrota los privó que la fiesta no pudiera seguir tras el encuentro, donde los pocos fanáticos del Barcelona, que también se hicieron presentes entre una multitud Merengue, fueron quienes celebraron.
¿Por qué simpatizan por esos cuadros? ¿Cómo construyen el sentido de pertenencia? ¿Lidian con prejuicios? “No tienes que estar cerca del club para sentir la pasión”, cuentan.
Una producción especial de Tiago Bulajewski, Mateo Caballero, Bruno Carbajo, Martín Liguori y Luca Rodríguez Abreu.