Lejos de ser un grupo secreto que conspira activamente bajo las sombras de la sociedad, actualmente se puede concebir a una institución que reinventó sus formas para adecuarse a los desafíos propios del siglo XXI. Las diferencias o debates latentes en diversas aristas de la ciudadanía, se convierten en oportunidades para el entendimiento mutuo entre los miembros masónicos.
El ritual, un término cargado de misticismo, no resulta más que un vehículo para la reflexión a través del simbolismo para profundizar ideas que buscan formar ciudadanos más íntegros. De este modo, las reuniones del presente se asemejan más a un trato parlamentario que a las juntas de aquelarre. En la Gran Logia, las palabras tienen peso y los enriquecedores debates reemplazan las oscuras imágenes que el imaginario popular impuso durante décadas.
Detrás de las puertas masónicas no se esconden secretos sombríos, sino que aflora un espacio donde la diversidad ideológica y el respeto son los verdaderos protagonistas.
Luego del informe realizado por la productora “Mitos de una nueva era”, se podría determinar que comprender la masonería requiere de elementos clave como: interés, empatía y disposición, para lograr derribar los muros del prejuicio.
Una producción especial de:
– Thomas Castilla
– Dante Martignoni
– Adrián More
– Osvaldo Ortiz
– Ezequiel Palma Bertuzzi