En una jornada estelar llevada a cabo en el Etihad Arena de Emiratos Árabes Unidos, el combate del «Matador» georgiano nacionalizado español, Ilia Topuria (16-0-0), se llevó todos los flashes. Venció por KO en el tercer round a Max Holloway (26-8-0), logrando así defender por primera vez su título de peso pluma y la felicidad de haber cumplido con su palabra de hacer besar la lona por primera vez a su rival.
En la previa se vieron combates de menor envergadura, pero no por ello menos atrapantes: al comienzo, Shara Bullet Magomedov (15-0-0) ganó por nocaut técnico ante Armen Petrosyan (9-4-0). Después, Lerone Murphy (14-0-1) tuvo que batallar para ganar por decisión unánime ante Dan Ige (18-0-0), y Magomed Ankalaev (19-1-1) hizo lo propio contra Aleksandar Rakić (14-4-0).
En el combate que precedió al estelar, Khamzat Chimaev (13-0-0) logró quedarse con la pelea antes de finalizar el primer round, ya que le practicó una llave de sumisión a Robert Whittaker (27-0-0), dando como finalizada una de las peleas más esperadas de la tarde.
Ya en el combate principal, el enfrentamiento entre el español y el estadounidense traía chispas desde afuera, tras las declaraciones de Topuria, quien aseguraba que ganaría por nocaut. El hawaiano hizo oídos sordos, ya que llegaba a la pelea sin haber perdido nunca por esta vía.
En el primer round, se vio al Matador muy bien de pies, logrando la movilidad necesaria para encontrar espacios y conectar buenos golpes. Sin embargo, la experiencia del hawaiano hizo que los primeros cinco minutos transcurrieran sin mayores sobresaltos.
El segundo round le dio a Holloway una leve mejoría. Gracias a las patadas a la pierna de apoyo que le propició al español, logró mantener cierta distancia para contraatacar con tranquilidad y bajar la intensidad de Topuria.
El tercer round comenzó con un sólido derechazo de Topuria que dejó a Max muy sentido, llevándolo contra las rejas. Allí, siguió recibiendo golpes, pero logró salir del encierro; sin embargo, esto era solo el principio. Segundos después, una seguidilla de golpes terminó con otro derechazo espectacular que dejó al hawaiano en la lona, de la cual ya no pudo levantarse.
Este enfrentamiento dio como ganador al español, mostrando a todo el mundo de la UFC su poderío, defendiendo su título, manteniendo su invicto de 16 victorias en 16 combates, propiciando el primer nocaut a Max Holloway y siendo el unico campeon menor de 30 años en la historia de la UFC.