El martes 24 River Plate quedó eliminado de la Copa Libertadores en semifinales por un global de 0-3 tras empatar 0-0 con Atlético Mineiro en el Más Monumental.
Durante la semana el clima que se vivió invitaba a pensar en una posible epopeya del conjunto de Nuñez, que desde antes del silbatazo inicial estaba dispuesto a hacer sentir la localía lo máximo posible. Un recibimiento sin precedentes, lleno de color y pirotecnia demostró que ni siquiera las restricciones de la CONMEBOL iban a evitar que la gente de River haga todo lo posible para lograr revertir los tres tantos de desventaja en la ida.
En el arranque, el ímpetu riverplatense se transmitió de las tribunas a la cancha, y los de Gallardo dominaron la pelota y se aproximaron al arco de Everson mucho más que en el Arena MRV, pero no fueron efectivos. Además, el equipo de Milito, que generalmente tiene como impronta la salida por abajo y el control del balón, se dedicó a defenderse y lanzar largo para Deyverson, la gran figura de la ida, y lo hizo bien.
Con el correr de los minutos, la efervescencia se convirtió en nerviosismo e imprecisión, y para el segundo tiempo los de Belo Horizonte ya estaban cómodos en el partido. River siguió intentando con los ingresos de Mastantuono, Echeverri y Pity Martinez, pero nunca pudo fabricar el chispazo que iniciara la reacción en cadena que necesitaba para llegar a la final.
Finalmente, la montaña a escalar era demasiado alta y el equipo del Muñeco se quedó con las manos vacías. Deberá centrarse en el torneo local, más específicamente en la tabla anual, que es la única manera que tiene de volver a clasificar a la copa para 2025. En este momento está fuera de puestos de Libertadores con 54 puntos pero estaría entrando por el cupo que liberaría Vélez en caso de salir campeón.