Un partido que tenía que ser una fiesta, terminó en otro caso de violencia en el deporte. Se enfrentaban luego de 5 años Peñarol y Quilmes, en un amistoso que se denominó “Copa Juan Pablo Sánchez” en honor al histórico jugador que represento ambos clubes y falleció en 2021 a sus 37 años pero el partido no pudo completarse por graves incidentes entre los espectadores en las tribunas.
Faltando solo 2:32 minutos para el desenlace en el Polideportivo Islas Malvinas, con un resultado de 63 a 48 a favor de Quilmes, un grupo reducido de espectadores, en medio de un estadio lleno con 4500 personas comenzó una trifulca. Y así como empezó con poca gente, finalizó con ambas hinchadas revoleando butacas y tirándose golpes. Por estas razones el árbitro suspendió el partido, sin poder determinar un ganador, y dejando el trofeo a la espera de ser entregado.
La situación llego a tal punto que ambas barrabravas intervinieron, generando aún más escándalo. No fue hasta ese punto que la policía se hizo presente, tirando gases lacrimógenos y separando a la fuerza a los simpatizantes.
No hubo heridos de gravedad, y este partido quedará en la historia como otro de los muchos casos de violencia desarrollados en el deporte. Mar del Plata ya había recibido en marzo la vuelta de uno de los clásicos con más antecedentes de rivalidad extrema como lo es Aldosivi y Alvarado en el fútbol, denominado como “clásico prohibido” por sus problemas en el pasado. Pero allí todo se desarrolló con normalidad.
Matías Marra 2A TM