En julio del 2002 ese año, José “Pepe” Basualdo, quien había ganado absolutamente todo con Vélez y Boca, decidió volver al club que lo vio nacer para retirarse. Villa Dálmine, en esos años, estaba en la Primera C, y venía de una actuación discreta en la temporada 2001/2002. En el Apertura, había terminado en la séptima posición con 25 puntos, muy lejos del campeón, Argentino de Merlo. En el Clausura, bajaron una posición, finalizando octavos con 25 puntos, a 13 del puntero, Deportivo Laferrere. Sin embargo, lograron clasificar al reducido por el ascenso, pero quedaron eliminados en la primera fase al empatar en los dos partidos contra Acassuso, que contaba con ventaja deportiva.
En esos años, el formato de la Primera C constaba de dos torneos cortos de 18 fechas (Clausura y Apertura, al igual que sucedía en la Primera División) con dos ascensos. El único ascenso directo se definía por una final a doble partido, que la jugaban los campeones de ambos torneos. Luego, el perdedor de esa final se clasificaba directamente a las semifinales del reducido, junto a los ocho mejores de la tabla general que jugaban por el segundo cupo.
Basualdo comenzó a contactarse con algunos de sus ex compañeros que también estaban cerca del retiro para armar un equipo que ascienda a los de Campana a la B Metropolitana. En el «Viola» ya se encontraba desde el año anterior Roberto “El Diablo” Monserrat (tricampeón con River) y a él se sumaron, por influencia de “Pepe”, Mario Pobersnik (quien había jugado en Ferro, Gimnasia de La Plata, Banfield y fue campeón de la Copa Conmebol con Rosario Central), Raúl “Pacha” Cardozo (ídolo y multicampeón con Vélez) y, por último, Pedro Troglio (campeón con River del Torneo Local, Libertadores e Intercontinental, y subcampeón del mundo con la selección en Italia 90).
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Así surgió el Villa Dálmine de “Los 5 Magníficos”, como los apodó la prensa. Partían como claros candidatos al ascenso. Durante la primera mitad lo demostraron, ganando el Torneo Apertura con comodidad, con 38 puntos, producto de 9 victorias, 6 empates y 2 derrotas.
Sin embargo, de cara al Clausura 2003, comenzaron a haber cortocircuitos entre la dirigencia y los jugadores. Principalmente la disputa estaba entre Basulado y el Director Tecnico de ese momento Luis Nicosia, que termino con este último renunciando a su cargo. Esto llevó a que el «Pepe» convenciera a la dirigencia para asumir el rol de entrenador/jugador durante las primeras 3 fechas del torneo. Para la cuarta jornada, Basualdo fue reemplazado por Oscar Iparaguirre quien dirigió hasta la última fecha.
A pesar de todo, Dálmine finalizó tercero a 5 puntos de Colegiales y empatado en 29 unidades con Argentino de Merlo que tenía mejor diferencia de gol. Por lo que debía jugar la final por el ascenso frente al «Tricolor de Munro», quien terminó dando la sorpresa llevandose la victoria de visitante en Estadio de Villa Dalmine con un gol de Javier Molina a los 7 minutos del primer tiempo. Luego del partido, Iparaguirre renunció a su cargo, y para la vuelta que se jugó en cancha de Platense, el equipo quedó en manos de Carlos Gómez. Lamentablemente el «Violeta» no pudo romper el empate en cero perdiendo asi en el global.
La derrota frente a Colegiales llevó a Villa Dálmine a jugar la semifinales del rerducido donde se enfrentaba al que fue su verdugo el año anterior Acassuso. Los problemas internos llegaron a una situación de no retorno, luego de que la dirigencia recontratara a Nicosia para disputar el reducido. Lamentablemente para los de Campana, quedaron eliminados por un 3 – 1 global luego de empatar 1-1 y perder 2-0, quedandose asi sin chances de ascender.
En una entrevista a la revista «El Gráfico», Troglio habló de lo que pasó con el equipo, dijo: “Ganamos un torneo y en el otro íbamos primeros a dos fechas del final. Después, Pepe se peleó con la dirigencia y se fue, igual que Cardozo y Monserrat. En la final me desgarré a los 5 minutos. Perdimos con Colegiales y dije basta, tenía casi 38 años.
Justamente uno de los momentos que quedó en el recuerdo fue el gol de chilena de Troglio a Argentino de Merlo en el Apertura 2002.
Luego de esa temporada ninguno de «los 5 Magnificos» continuó en el equipo. Villa Dálmine logró finalmente el ascenso a la B Metropolitana 9 años después, en la temporada 2011-12, cuando terminaron como campeones del torneo con 71 puntos en 38 fechas, donde el campeón ascendía de forma directa.
Diego Gomez de Morais, 2°B – Turno Tarde.