Yamila Tejada se fue a España en búsqueda de empleo, pero conoció a Diego Ramírez, un ex DT argentino de vóley, determinante para su llegada como jugadora al «Higuerón Sport Club». La deportista sanjuanina dejó su vida atrás para mudarse a Málaga en busca de nuevas oportunidades laborales para ella y su novio. Además de encontrar lo que buscaba, se topó con esa entidad deportiva, donde pudo ser contratada y continuar practicando el deporte que ama, el vóley de playa.
Siempre sostuvo la pasión y el cariño por el deporte. Practicó vóley en UPCN, vóley de playa en San Juan, e incluso fútbol. En diálogo con Vanesa Chaparro, periodista del medio digital «Diario de Cuyo», explicó que, junto a su pareja, se mudaron con la intención de trabajar, “Nos vinimos a conocer, a experimentar y a ver otras culturas. Mi idea nunca fue venir a jugar, yo no vine contratada por ningún club, vinimos enfocados en el trabajo», expresó.
Para la argentina es un privilegio entrenar en el centro deportivo del Higuerón. Explica que sus instalaciones son muy cómodas y se muestra feliz y agradecida de poder estar allí. Con este club disputó por primera vez la Liga de Invierno, y se consagró en el «Torneo Adrián Gavira», en el que la dupla ganadora obtenía una plaza para poder participar del Campeonato de España.
Oportunidad que, a pesar de haber sido campeona, no pudo aprovechar ya que, ni ella ni su compañera, tenían la ciudadanía española, requisito necesario para gozar del beneficio. Es por esto que, junto con su dupla, debieron ceder el lugar a la dupla del segundo puesto.
Carrera deportiva
Tejada, de 25 años, se inició en el deporte desde chica, jugando al vóley de salón en UPCN. Luego, comenzó a practicar Beach Volley y allí encontró su pasión. Según cuenta, empezó haciendo la pretemporada de UPCN en la arena con su entrenador Gabriel Merino. Luego, lo empezó a tomar de forma competitiva y participó de distintos torneos, entre ellos, los Binacionales y los Juegos Nacionales de Playa.
Comenta que prefiere el deporte en su versión de playa por el protagonismo que cada jugadora adquiere durante el partido, “El vóley es 6 contra 6 y hay jugadas donde no tocas el balón, en cambio en el Beach Volley tenés un 95% de probabilidades de que toques la pelota», explica. Además, menciona que le gusta la playa, la arena, y valora el no tener tanto impacto al tirarse al disputar un balón.
El deporte y el trabajo
En la actualidad, la deportista divide su rutina de forma que pueda cumplir con sus entrenamientos y sus dos empleos. Por la mañana, comentó en la misma entrevista, trabaja en una inmobiliaria y por la tarde como camarera en un bar. Además, los fines de semana en la noche se desempeña como relacionista pública. Realiza un enorme sacrificio, pero no se arrepiente, ve a la práctica deportiva como algo sumamente necesario. «Creo que todos deberíamos hacer un deporte, desde niños. El deporte siempre te salva de un montón de cuestiones. No lo siento para nada una obligación, es parte de mi vida», asegura.
Durante el diálogo, no olvidó mencionar cuán agradecida está con su familia por el apoyo constante que recibe a la distancia para seguir sus sueños, y lo contenta que está de poder haber encontrado aquello que buscaba y más. Se mostró feliz de seguir entrenando el deporte que la acompañó toda su vida, y poder continuar su práctica con el mismo entusiasmo y amor de siempre.
Malena Madera, 2° B, turno mañana