Declaró María Cantero en la causa de violencia de género contra Alberto Fernández

En el marco del pleito judicial en el que se imputó a Alberto Fernández por “delitos de lesiones leves y graves, doblemente agravadas” y “amenazas coactivas” ante la ex primera dama, testificó María Cantero, la empleada que lo acompaño durante más de 30 décadas en su carrera política.

Los reflectores apuntan a Comodoro Py en una semana agitada para la Justicia. Ante la denuncia por violencia de género promovida por Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández -exmandatario de Argentina-, inició la investigación judicial bajo la orden del Fiscal Federal Ramiro González, quien solicitó emprender una serie de medidas de prueba: cámaras de seguridad de la Quinta de Olivos, citación a testigos, allanamiento de la propiedad situada en Puerto Madero y constancias de atención de la presunta víctima a la Unidad Médica Presidencial.

Frente a este escenario se presentó en Comodoro Py la exsecretaria privada de Fernández, quien declaró durante más de tres horas y confirmó haber recibido los mensajes de Yáñez -luego divulgados a la prensa-, en los que le revelaba las agresiones recibidas por parte de quien en aquél entonces era su pareja y la máxima autoridad de la Nación.

En su testimonio aclaró que se vio sorprendida al ver las fotos y que “desconocía otros hechos de agresión ya que tenía poca relación con ella, con quien solo se comunicaba por celular”. Al ser consultada por la influencia que esta confidencia pudo haber tenido en su relación con el expresidente, confesó que “a su jefe no le preguntó al respecto ya que lo consideraba un asunto de su vida privada”.

Tras retirarse sin hacer declaraciones, Mariana Gallego -la letrada de la presunta víctima- ratificó la veracidad de los chats, sin entrar en detalles para cumplir con el pedido expreso de confidencialidad por parte de la Justicia.

De la querella se desprenden hechos delictivos que acusan a Fernández de golpes, lesiones, zamarreos y amenazas para que su ex pareja se someta a un aborto. En cuanto a penas se refiere, las vinculadas a lesiones leves presentan el agravante de ser cometidas en un contexto de violencia de género, lo que contempla 6 meses a 2 años de prisión, las lesiones graves -con el mismo agravante- van de 3 a 10 años, mientras que las amenazas coactivas presentan una pena de 2 a 4 años de privación a la libertad.

En las próximas semanas se ahondará en los resultados que arrojaron las pesquisas y continuarán los testimonios de los testigos que aún aguardan por prestar declaración.

Milagros Barros Vázquez – 2º TN