La Liga Nacional de Básquetbol está en las instancias finales y viene de partidazo en partidazo, donde todos son tomados como el último y nadie quiere regalar nada. En el segundo juego, Instituto se llevó un triunfo ante Boca, agónico, importantísimo en un encuentro llevado a cabo en la provincia de Córdoba y por ahora gana 2-0 la final.
No alcanzaron los 40 minutos en la Caldera, se necesitó de dos tiempos suplementarios donde el local luchó hasta el último minuto y logró un triunfo por el resultado, acotado, de 100 a 96.
Si algo quedó en claro es que la paridad será una de los protagonistas de esta historia. El Albirrojo llegó a quedar abajo en el marcador por 15 puntos en el último cuarto, pero la reacción llegó a tiempo, pudo ajustar la defensa, salió adelante y logró el triunfo. Con mucha garra, corazón, coraje y efectividad de algunos tiros al aro llevó el partido suplementario donde alcanzó la victoria por 86 a 79 frente al Xeneize, para posicionarse en la serie 2 a 0.
El inicio del juego tuvo a los locales con una buena lectura sumado a la efectividad de Jefferson con algunos puntos determinantes, los cuales sirvieron para ampliar la ventaja sobre el rival. También contó con su figura, Nicola Pomoli.
En el tiempo complementario el equipo de la Ribera encontró su mejor versión. El entrenador Gonzalo Pérez optó por mover el banco y todos los que ingresaron cumplieron su función pero la diferencia se le escapó a doble dígito; Marcos Mata fue fundamental. La diferencia llegó a ser de 15 tantos, pero a la hora de liquidar el encuentro los visitantes se quedaron en el camino.
El equipo cordobés aplicó a la perfección su mayor virtud y característica de intensificar la presión sobre el traslado de la pelota que forzó las ofensivas de Boca. Otro de los aspectos negativos fue la demora en iniciar las jugadas que le provocó varias pérdidas, por lo menos de 24 segundos, que fueron aprovechadas por los dirigidos por Lucas Victoriano. Con un Pomoli que atacó directamente al aro, más algunos tiros potentes de Copello y Jefferson, se pusieron el partido al hombro, y La Gloria no paró hasta revertir el resultado. Esta reacción agónica dejó un parcial de 31- 13 entre el último cuarto y el tiempo extra.
Boca quedó sin reacción ante esta remontada avasallante del local demostró que llegó con poca reserva física y muy comprometido con las faltas. Tampoco se desesperó, y con mucha paciencia acortó distancias para igualarlo sobre el cierre de los cuarenta minutos. Recién en el segundo tiempo Instituto pudo dibujar una diferencia de dos dígitos, aprovechando la dura defensa y las salidas rápidas. Por parte del local, Pomoli tuvo cuatro infracciones por varios minutos pero continuó en la cancha hasta el final del duelo.
La igualdad parecía no tener fin, pero en el cierre del último parcial, Vildoza tuvo la chance de robarse la ventaja de localía, pero sin éxito, llevando esta historia al suplementario. Nuevamente fue Instituto el que salió con mayor lucidez, aprovechando a Saiz en la zona pintada y el atrevimiento de Pomoli empujando al equipo. Pero con mucho corazón, Boca volvió a igualar las acciones. Cambiando los roles, el uruguayo tuvo la posibilidad en la última, pero todo quedó en tablas; forzando un segundo tiempo extra
Ya en los últimos cinco, José Vildoza salió por cinco faltas, sumándose a la baja de Leo Schattmann, que no sumó minutos tras su lesión en el tobillo. Las piernas y las ideas empezaron a fallar, cayó ante la presión de un Instituto que llegó más fresco y con más rotación. Un bombazo de Cosolito fue el puñal que sentenció el partido. El final ya había sido escrito, y marcaba que La Gloria se llevaba el primer punto de esta apasionante primera final.
Luego de este encuentro que tuvo todos los condimentos emocionales, la serie entre La Gloria y Los Xeneizes continúa. El próximo partido será el jueves 11 de julio con sede en la Bombonerita para continuar y definirse el sábado 13 en el mismo estadio de Buenos Aires.
Roxana Pacho, 2° A TN