River tiene una cantidad inmensa de grandes jugadores salidos de sus inferiores, entre ellos se encuentran Javier Saviola, Ariel Ortega, Marcelo Gallardo, Norberto Alonso, Andrés D’Alessandro, Fernando Cavenaghi entre tantos otros, pero si viajamos en el tiempo hasta hace unos pocos años, algunos de los surgidos de las juveniles son actuales campeones del mundo. Basta con mencionar a Julián Álvarez, Enzo Fernández, Lucas Martínez Cuarta y Gonzalo Montiel para caer en la cuenta de lo que estamos hablando.
Pablo Cesar Aimar no fue la excepción y cumplió con los requisitos de crack para debutar en primera y sorprender hasta el mismísimo Lionel Messi, quien confesó que de chico miraba los partidos de River porque le gustaba su manera de jugar. En varias oportunidades existieron reconocimientos de uno para con el otro como cuando fue la noche de gala del Balón de Oro por su gran temporada en 2014, en la que Pablo a través de un video lo felicita por la nominación y los elogios no podían faltar: «Te felicito por la carrera que estás haciendo. Estás compitiendo contra dos fenómenos fuera de serie, pero para mí siempre serás el mejor”.
Sin ir muy lejos en el Mundial de Qatar 2022 el «Payasito» formó parte del cuerpo técnico de Lionel Scaloni y tuvo entre su plantel al mejor jugador del mundo y no dudaron en compartir en las redes el festejo juntos.
Sus primeros pasos en River dieron que hablar, desde su debut el 11 de agosto de 1996 y luego de cosechar 6 torneos locales con el Millonario, lo empezaron a seguir varios equipos europeos hasta que a principio del 2001 el Valencia se quedo con el jugador por una cifra cercana a los 24 millones de euros. En su paso por el equipo español sumó 3 trofeos a su palmares y años mas tarde formó parte del primer equipo del Benfica en el que conquistó 5 trofeos más.
Se encontraba jugando en el Johor Darul Takzim FC de Malasia y a causa de algunas lesiones que lo alejaron de la alta competencia, en el 2015 tomó la decisión de volver al club de lo vio crecer. Así fue como el ídolo de la «Pulga» se sumo a la larga lista de jugadores que salieron de las juveniles y volvieron luego de su paso por Europa.
Fue una noche en la que el Monumental se encontraba colmado a la expectativa de que ingrese aquel niño que con solo 16 años cumplió su sueño de debutar en primera, y así fue, luego del llamado de Gallardo le toco sacarse la pechera y prepararse para ingresar a los 30 minutos del segundo tiempo con el partido 1 a 0 a favor del local contra Rosario Central. Como dice el famoso comentario, 405 días pasaron desde que jugo su último partido en Malasia, en ese momento se cumplían 14 años y 4 meses de su ultimo partido en el estadio mas grande del país.
4 días mas tarde participo unos 30 minutos vs Liniers de Bahía Blanca en Formosa por la Copa Argentina. A pesar de su intento por estar bien físicamente luego de su operación de tobillo en febrero, el jugador cuya camiseta N° 35 no volvió a jugar un partido oficial con la Banda puesta. Luego de una entrevista, trascendió que él sabia que no iba a poder seguir dando el 100% después de esa operación y el cuerpo se lo confirmó con el tiempo. Esa fue la razón por la que no pudo volver en su mejor nivel, por lo que decidió culminar su carrera futbolística. Pero antes de hacerlo definitivamente, se vistió con los colores de Estudiantes de Río Cuarto, donde dio sus primeros pasos como futbolista antes de llegar a River.
Los títulos obtenidos en su carrera:
-5 Torneos locales y 1 Super Copa- River Plate
-2 Torneos locales y 2 Copas Internacionales- Valencia
-5 Torneos locales- Benfica
-1 Torneo local- Johor Darul Takzim FC
-3 Torneos internacionales – Selección Argentina Sub 20
Este 31 de mayo se cumplieron 9 años desde esa noche que emociono no sólo a los hinchas de River, sino que también a los fanáticos del buen futbol.