El martes 7 de mayo por la noche, alrededor de las 20, en el centro de la ciudad de San Juan, en la calle 25 de Mayo entre Aberastain y Caseros, Hebe Yolanda Leguiza, de 71 años, se dirigía a su nutricionista como lo hacía comúnmente, cuando de manera imprevista fue brutalmente atacada por un hombre que empezó a golpearla con una maza en la cabeza.
La mujer fue trasladada de urgencia al Hospital Rawson, donde murió al día siguiente a causa de la gravedad de las heridas.
Al mismo tiempo, unidades policiales de Homicidios y otras áreas de la fuerza, bajo la coordinación de los fiscales Iván Grassi y Nicolás Schiattino, de la Unidad Fiscal de Delitos Especiales, iniciaron una exhaustiva investigación del caso.
A pesar de llevar guantes, mascarilla, anteojos y capucha durante el ataque, el autor fue identificado como un joven de 15 años, hijo de un funcionario judicial. Se dijo que posiblemente sufre una enfermedad mental y su comportamiento no cambió después del incidente.
Los testigos lo vieron «saltando como un niño» y a veces «hablando solo», mostrando una sensación de desapego de la realidad. Según informes locales, los padres del sospechoso presentaron un documento sobre su historial psicológico y psiquiátrico.
La familia de Hebe Yolanda Leguiza se despidió de ella la mañana del jueves en una sala de emergencias de San Juan. Según Tiempo de San Juan, su yerno Carlos Bordes contó a los medios lo sucedido y reflexionó: «Lo único que queda es justicia».
“Es algo que le podría haber pasado a cualquiera. Lamentablemente, le pasó a Hebe, que era una excelente persona y muy amigable”, sentenció. Y agregó: ”Ustedes se imaginarán lo que se siente que se trate de un menor. Ustedes saben”.
Leguiza vivía en San Juan con una de sus hijas. Después de enterarse del ataque, su familia no podía entender por qué alguien haría algo como esto. Según información de medios locales, la mujer jubilada no tenía enemigos, deudas ni problemas con nadie.
Ian Chas – 2ºB Turno Mañana