Alejo Lingua Lavallén vivió una de las semanas más felices de su carrera. El argentino de 23 años que venía de consagrarse campeón del ATP Challenger Tour el fin de semana pasado tras vencer en la final al libanés Hady Habid por 4-6,6-4,6-3, acumulando siete victorias al hilo, este domingo superó en la final al porteño Mariano Kestelboim por 6-3 y 7-6 para estirar su racha ganadora a 12 partidos.
El gran desempeño que demostró en los últimos días, donde le dio dos nuevos títulos al tenis argentino, evidenció su compromiso y sus ganas de seguir adelante a pesar de los momentos difíciles que le tocó atravesar. Sin lugar a dudas, una historia de superación en donde después del fallecimiento de su padre, encontró en el tenis una escapatoria
En agosto de 2021 Lingua disputaba el future en Gdynia, una ciudad de Polonia, en donde por la mañana le había ganado al británico George Loffingen y por la tarde le tocaba competir en dobles junto a Román Burruchaga, hijo del ex futbolista Jorge Burruchaga. En medio del entrenamiento su mamá, Luján, comenzó a llamarlo. El jugador contó que en una de esas llamadas la atendió y le dijo que no podía hablar ya que estaba por hacer la entrada en calor con su compañero
A los pocos minutos, vio venir a su entrenador, con el celular en la mano y lágrimas en los ojos. Le pasó el teléfono y ahí fue cuando su madre le dio la triste noticia: su papá, con quien horas antes había estado hablando por videollamada había fallecido. «En ese momento se me cayó todo. Sentí que caía por un tobogán sin salida”, recordó Lingua Lavallén sobre ese doloroso momento.
El papá, Alejandro Lorenzo Lingua, murió por un problema cardíaco y fue una noticia que sorprendió tanto a los familiares como a todo el mundo del tenis. Tanto que desde la Asociación Nacional a través de sus redes, le brindaron su apoyo y su pesar al tenista. Él decidió seguir con la gira, en donde ganó un M15 y un mes después regresó al país para estar con su familia.
En lo que quedaba de ese año, disputó tres torneos en Argentina y se preparó para lo que se venía el año siguiente. En 2022, donde en marzo se consagró campeón de un M25 en Colombia, el dolor y la angustia parecía haber quedado en segundo plano. Trató de salir adelante haciendo lo que le gusta, pero al volver a su pueblo, sufrió una pérdida más, en este caso, la de su abuela materna. “Después del título en Colombia estaba en mi mejor momento, volví a casa a parar un poco la máquina (….) Estando ahí fallece mi abuela materna”, expresó con angustia.
A los pocos días le tocaba volver a viajar. Llamó a Alberto Mancini, cabeza del equipo argentino, y le expresó que no estaba bien, pero le dijeron que ya habían comprado los pasajes y que él necesitaba volver a agarrar ritmo. Finalmente decidió ir pero a los tres días de llegar, su estado de ánimo empeoró, tanto que le faltaba el aire. Lo llevaron al hospital, en donde le hicieron chequeos del corazón pero salió por suerte todo bien
Al recibir el alta, volvió a jugar, ganó pero sufrió mareos que hicieron que se vuelva al país, sufrió ataques de pánico que hicieron que el se quiera quedar en Marcos Juárez, su pueblo. Apenas disputó entre 4 y 5 torneos en todo el año, le llegaron a preguntar qué le pasaba y también sobre el ranking, ya que estaba quedando muy atrás. Él dejó en claro que no le importaba el ranking, que solo quería disfrutar de lo que hacía y no marearse.
Se dio cuenta que no era un problema físico de salud, si no emocional. Toda esa situación lo llevaba a los ataques de pánico, los desmayos y el poco control sobre su cuerpo. Tenía miedo no solo de lo que le sucedía porque era algo nuevo sino que también no pudiera volver a disfrutar nunca más del tenis.
El apoyo de su familia y la contención, tanto de su equipo como del psicólogo y de su médico, fueron lo que poco a poco ayudaron a que pudiera volver a estar bien. En 2023 retornó a la pretemporada con otra mentalidad, ya no tenía los pensamientos negativos ni la falta de aire. Fue un proceso bastante largo, pero todo se acomodó y pudo dar lo mejor de sí en los torneos que le tocó atravesar.
Primero en Argentina, el M15 de Bragado, la semana pasada en Brasil y este fin de semana en Neuquén, sin dudas resultaron una recompensa a tanta lucha interna que tuvo que pasar.
Julieta Vera, 2°A, Turno Tarde