El barrio Santa Rosa, de Florencio Varela, fue testigo de un macabro hallazgo el pasado miércoles, cuando encontraron el cadáver de un joven de 24 años tapado con una sábana y con un pedazo de cable enroscado a la altura del cuello. Fue en el cruce de las calles Belgrado y 643.
Los primeros sospechosos detenidos fueron familiares de la víctima: su hermana y su pareja, cuñado del asesinado. Pero no fueron los únicos. Fuentes revelaron al medio Infobae que la víctima habría sido asesinada en otro lugar y luego trasladada hasta la zanja, por lo que apareció un tío como principal sospechoso de haber colaborado en el traslado.
El miércoles por la mañana, un llamado anónimo de los vecinos al 911 dio aviso del cuerpo. Cuando un grupo de agentes del Comando Patrulla llegó al lugar, se encontró con un cadáver con el rostro completamente desfigurado, por lo que no se pudo identificar inmediatamente a la víctima. Las únicas pistas eran los tatuajes que el joven tenía, uno que decía “sacrificio” y otro de unos guantes de boxeo en una de sus manos. Finalmente, se conoció que la víctima era Rodrigo Aquino, de 24 años.
La investigación quedó a cargo del fiscal Darío Santiago Provisionato, de la Unidad Funcional N°1 de Quilmes, quien ordenó a la Policía Científica inspeccionar el área donde fue hallado el cuerpo, en búsqueda de elementos que pudieran brindar información sobre lo sucedido.
En principio ningún familiar reclamó el cuerpo. Pero, tras una rápida investigación del fiscal, la causa se encaminó. Los datos preliminares de la autopsia mostraron varias puñaladas en el abdomen, que habrían sido la causa de muerte, y golpes.
En simultáneo, el personal de la Comisaría 1° y de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Florencio Varela comenzó a realizar diferentes procedimientos en la zona. Las fuerzas de seguridad buscan testigos que puedan aportar datos sobre cómo puede haber sido descartado el cuerpo.
Hipótesis del caso
Desde el comienzo, los investigadores a cargo del caso sostuvieron que el móvil del crimen podría haber sido un conflicto familiar, por lo que fueron detenidos su hermana, Rocío Aquino, y su cuñado, Luis Pereyra.
Karen, prima de la víctima, afirmó que “querían deshacerse de él para quedarse con la casa”.
La propiedad en la que Rodrigo residía fue una herencia de su madre, fallecida hace 10 años. Una tía se hizo cargo de él y sus hermanos hasta que crecieron y quedaron solos. Además de Rodrigo y la acusada, hay otros dos hermanos, Brisa y Gustavo, a quienes Rocío ya había logrado sacar de la vivienda, acorde al testimonio de la prima, quien remarcó que “a Rodrigo nunca lo pudo echar”.
Zulma Sorbaro, tía de ambos Aquino, apuntó contra un tío de la pareja de Rocío, acusándolo de haber sido quien se deshizo del cuerpo.
El cadáver fue encontrado a unos 20 minutos de donde vivían. Los investigadores creen que el joven habría sido asesinado en otra locación, pero que los presuntos autores del homicidio habrían trasladado sus restos hacia el descampado ubicado en otro punto de la ciudad, con la finalidad de evitar que las autoridades pudieran dar con su paradero real.
La acusación de Zulma coincide con lo señalado por los investigadores, que creen que hubo un tercer implicado. Se menciona la participación de un Volkswagen Voyage negro como vehículo de traslado del cuerpo. De acuerdo a las investigaciones, ese vehículo pertenecería, efectivamente, a un tío del cuñado de la víctima.
En la reconstrucción que hace la familia, Rodrigo habría sido asesinado en su propia casa el martes por la noche y luego, con la ayuda del tío de Luis, trasladado hasta la zona en la que fue encontrado el miércoles por la mañana. Se cree que es un crimen premeditado.
Malena Madera – 2ºB Turno Mañana