Javier Sotomayor es considerado el mayor atleta en salto en alto de la historia. Logró una medalla dorada olímpica, dos campeonatos mundiales, cuatro en pistas cubiertas y otras tres preseas doradas en Juegos Panamericanos, entre sus actuaciones más relevantes.
Nació en la ciudad de Limonar, Cuba, un 13 de octubre de 1967 y se convirtió en el atleta en poseer uno de los récords más longevos del atletismo aún vigentes, el cual data desde el 27 de julio de 1993 en Salamanca, España.
En 1984, con dieciséis años, alcanzó el récord mundial juvenil aún vigente, al saltar 2,33 metros. En 1988 alcanzó el récord mundial con 2,43 m en Salamanca. Esta carta de presentación, creaba expectativas, ya que se aproximaban los Juegos Olímpicos de Seúl’88. Por decisión política, Javier Sotomayor como el resto de los atletas cubanos, no participaron de esa edición de los Juegos, debido al boicot realizado por Cuba junto a otras naciones en apoyo a Corea del Norte. Decisión con la que el atleta estaba de acuerdo.
Sotomayor ha dicho que Fidel Castro fue una gran inspiración para él y para el resto de los atletas cubanos, es por eso que siempre le fue fiel y jamás pensó en abandonar la isla, como sí lo hicieron otros deportistas.
Nuevos éxitos acaecieron: en 1989 llegó a los 2,43 m, en el Mundial de Budapest y el 29 de julio, en el Campeonato Centroamericano y del Caribe, en San Juan de Puerto Rico, alcanzó la marca mundial de 2,44 m.
En 1992, en la cita de Barcelona, tuvo la posibilidad de debutar en un JJOO. Consiguió la medalla dorada con una marca de 2,34 m, la cual le bastó para ocupar el escalón más alto del podio.
Más allá de toda la gloria cosechada, 1993 le estaba preparando su máximo hito personal. Luego de Barcelona, se consideraba que su triunfo fue mediante una baja marca. Pero estos comentarios, lejos de desanimarlo, lo motivaron a ir por más y echar por tierra cualquier especulación. Se impuso en el campeonato Mundial en Toronto, Canadá, con 2,41 m. Pero el 27 de julio, en Salamanca, España, una ciudad que siempre le sentó muy bien, alcanzó el récord mundial, aún no batido, de 2,45 m, superando su propia marca por un centímetro y en agosto, saltó 2,40 m, para ganar el primer puesto en Stuttgart, Alemania.
Argentina tuvo el honor de contar con su presencia en los Juegos Panamericanos de 1995 de Mar del Plata, donde se alzó con la medalla dorada, con un salto de 2,40 m, consiguiendo de esta manera la plusmarca aún vigente para esta competencia. La segunda cita olímpica fue en Atlanta’96, pero participó lesionado y sin suceso.
En julio de 1999, se presentó en los Panamericanos de Winnipeg y ganó la presea dorada, pero según se informó, le dio doping positivo de cocaína, motivo por el cual se le retiró la medalla.
En su defensa se argumentó que solo había consumido un té de coca digestivo y que se trató de una canallada. Debido a sus antecedentes intachables y que pasó sin problemas más de 300 controles antidoping, se redujo su pena de dos a un año de inhabilitación.
Gracias a la baja de la pena, pudo participar de su tercera y última cita olímpica en Sidney 2000, pese a una pobre preparación, ganó la medalla de plata con una marca de 2,32 m, hecho que manifestó toda su jerarquía a pesar de dar tal ventaja.
Se retiró el día de su cumpleaños del año 2001 en la Reunión Internacional de Atletismo en Tenerife. Allí volvieron las acusaciones de dopaje, aunque él volvió a defenderse, remitiendo los dieciocho controles realizados durante el año que siempre dieron negativo, por eso la calificó como una campaña contra su persona.
Se dedicó tras su retiro a entrenar a los atletas de su país. Fue presidente de la Subcomisión de Atención a los Atletas y miembro del Comité de la Federación Cubana de Atletismo. Actualmente entrena a su hijo Jaxier, de 16 años, quien ganó el Certamen Nacional Sub-16 de España en 2022 y el Sub 18 en el 2023. Indica que entrenan en España, dado que Cuba exper imentó un declive desde la desaparición de Castro.
Javier Sotomayor fue el máximo saltador en alto de todos los tiempos, una persona muy querida dentro y fuera de las competencias, un verdadero orgullo para todo el deporte latinoamericano y con la cucarda de ostentar el tercer récord más antiguo en atletismo.
Realmente, como fue reconocido en varios lugares, un verdadero ejemplo para el deporte y la juventud.
Carlos Vega, 2° A, turno tarde