Este miércoles la jueza Paula Álvarez ordenó la prisión preventiva efectiva por 60 días para Analía Bouhier (59) y Yanina Bessolo (53), las ex enfermeras del Sanatorio de Niños de Rosario acusadas por ejercicio ilegal de la medicina y abandono de persona.
La audiencia, que había comenzado el pasado lunes, se reanudó este miércoles luego de un cuarto intermedio que la jueza había dispuesto por pedido de la defensa de las enfermeras.
Los hechos ocurrieron en mayo de 2022 y la investigación que continúa abierta comenzó debido a la denuncia de compañeras de la institución que manifestaron que las imputadas drogaban a los bebés para dormir y mirar series. Específicamente, dos denuncias concretas describieron una serie de abusos, que incluyeron maltrato físico, gritos, sacudidas, manipulaciones faciales y administración indebida de sedantes a los menores de edad. A partir de que se conocieron los hechos, ambas enfermeras de vasta experiencia fueron apartadas de sus puestos.
La fiscal Viviana O’Connell dialogo al término de la audiencia imputativa llevada a cabo este lunes con el móvil de Cadena 3 Rosario. Manifestó que los testimonios obtenidos son «terribles» y apuntan a las enfermeras, de mucha experiencia en el rubro. «Es terrible a lo que pudimos acceder a través de un chat de varias enfermeras. Realmente es un caso de mucha gravedad y de muy difícil prueba», aseguró.
Además, afirmó que desde el momento que llegaron las denuncias se actuó de manera ágil y eficaz, acelerando las medidas de prueba debido a lo delicado del hecho. “Tratamos de corroborar las denuncias con testimonios de personas ajenas a la institución, que no estaba en conocimiento de que eso estaba sucediendo”, dijo.
La imputación se fundamenta en tres casos específicos. En uno de los casos señalados por el Ministerio Público de la Acusación, se alega que se puso en riesgo la vida de un bebé al administrarle benzodiacepinas, una droga no recetada por un profesional médico, con el objetivo de sedarlo y evitar que demandara atención médica. Esta acción podría haber tenido efectos adversos graves, incluida la posibilidad de fallecimiento.
En otro de los casos, se encontró que se suministró a un bebé una dosis mayor a la indicada por un médico de benzodiacepinas y barbitúricos, con la intención de sedarlo. Esto también podría haber resultado en diversos efectos adversos para el bebé.
En el tercer caso examinado en la investigación, una de las acusadas fue vista sacudiendo a una recién nacida, «lo que provocó que su cabeza efectuara un latigazo hacia atrás, colocando a la menor de este modo en una situación de desamparo, puesto que era quien tenía a su cargo su atención en ese turno».
O’Connell reveló detalles de la investigación e informó que al someter a los bebés afectados a pruebas de sangre y orina, se detectaron sustancias que no estaban incluidas en las prescripciones médicas, o que estaban presentes en cantidades superiores a las indicadas, por eso se avanzó con la acusación y manifestó que corresponde la calificación puesto que “más allá de que eran enfermeras, trabajadoras de la salud, quienes pueden prescribir medicamentos o indicar la dosis son los médicos”.
Un grupo de WhatsApp llamado “Las Indignadas”, del que forman parte otras empleadas de la institución, fue clave en la investigación. Las participantes de este grupo presentaron a las autoridades un video que mostraba a un niño siendo alimentado con una jeringa sostenida por un trozo de algodón, una práctica estrictamente prohibida debido al riesgo de broncoaspiración, especialmente para un bebé de tan solo semanas de vida.
Los múltiples testimonios convergieron en una misma dirección, señalando de manera consistente la responsabilidad de las enfermeras y dando cuenta de los maltratos.
Finalmente, la fiscal afirmó que los bebés implicados en los hechos se encuentran en buen estado de salud. Y refirió que las acusadas podrían enfrentar penas de hasta seis años por hecho de abandono de persona contra los niños.
Giannina De Luca – 2ºB Turno Mañana