Antes de ir a la pelea, es importante remarcar el historial de ambos boxeadores para tener el contexto de este combate. Ryan García, con 24 victorias (20 por KO) y una derrota, debutó en el mundo profesional en 2016, y su velocidad impresionante y su capacidad para noquear hicieron pensar que podría conseguir cualquier objetivo propuesto, pero su vida fuera del ring y algunos problemas mentales lo han alejado de sus metas.
Su racha invicta llegó a su fin cuando se enfrentó a Gervonta Davis (cuatro veces campeón mundial e invicto hasta la fecha): cayó por KOT en el séptimo round, en abril de 2023, en el T-Mobile Arena, en una pelea acordada en las 136 libras. Regresó al ring en diciembre del mismo año y derrotó por KO a Oscar Duarte, en una pelea acordada en las 143 libras.
Por otro lado, Devin Haney, el joven de 25 años, ha mantenido su invicto en 31 peleas (15 por KO) y actualmente tiene el título de campeón superligero del CMB. Era el único invicto en el ring durante el combate. Conocido como «The Dream», este peleador nacido en San Francisco era considerado el favorito para ganar el enfrentamiento, a pesar de ser apenas su segunda pelea en las 140 libras. Anteriormente, fue campeón indiscutido en la categoría ligero, abandonando esos títulos después de derrotar por decisión unánime a Vasyl Lomachenko en el año 2023, en el MGM Grand Arena de Las Vegas. Al subir de categoría, obtuvo el cinturón en su primera aparición en la división, al vencer por decisión unánime a Regis Prograis también en el 2023, en California.
García venció a Harley en un encuentro sumamente disputado, que se decidió en las tarjetas con los siguientes resultados: 114-110, 115-109 y 112-112. Esta pelea fue una de las más esperadas de este año junto a otras de Canelo Alvarez. La pelea se disputó en el conocido estadio Barclays Center de New York.
Haney, el hasta ese entonces portador del título de la corona de los superligeros del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), fue derrotado, aunque su rival no logró arrebatarle el título.
¿A qué se debe esto? A que Ryan García superó el límite de peso de la categoría, fijado en las 140 libras. “The King” en el pesaje obtuvo un total de 143,2 libras, aunque ambos equipos decidieron que la pelea debía disputarse de todas formas, pero sin ningún título en disputa.
Antes del comienzo de la pelea, García dejó claro su objetivo, alcanzar la victoria sin importar el cómo. Desde el principio, impuso su voluntad sobre el ring. En los primeros minutos de la pelea, lanzó un golpe de izquierda que hizo retroceder a Haney contra las cuerdas. A pesar de ello, Haney, el campeón hasta ese momento, mostró su determinación y con movimientos ágiles y jabs precisos entre otros golpes, comenzó a controlar un poco más la pelea hasta el quinto round. Sin embargo, en el siguiente, García salió con más fuerza y conectó un potente golpe de derecha generando un gran ambiente en el Barclays Center, principalmente para sus fanáticos.
Desde ese entonces, la pelea fue mayormente para él, pero con cierta incertidumbre de lo que podía a llegar a pasar, ya que era una pelea para cualquiera de los dos. Esto fue así hasta el séptimo round cuando lanzó un gancho que derribó a Haney. Luego de ese eufórico momento, sucedió algo que favoreció a Haney tras ser derribado y fue el descuento de puntos para su rival quien lo golpeó mientras el árbitro intentaba separarlos, lo que resultó en una deducción de puntos inesperada que generó controversia y aumentó la tensión en el ambiente.
A partir de entonces, Ryan se mantuvo firme, liderando en las tarjetas de puntuación y derribó a Haney en dos ocasiones más, dejándolo malherido en los últimos rounds. Al final del combate, se vio al ganador bailando alrededor del ring, haciendo gestos que causaron entretenimiento y enojo.