En el centro de la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, en la intersección del Boulevard Roca y la calle Lavalle, se encuentra, hace mas de 11o años, «La Casona». A cualquier persona que alguna vez haya pasado por ahí, le llamó la atención esta infraestructura por su arquitectura y su gran tamaño, pero nunca se supo bien a qué estaba destinada en particular. Durante años se la vio cerrada y con un frente demasiado descuidado. Los niños de la ciudad solían llamarla «La casa embrujada del Andino».
Hace ya unos años, en 2016, se la declaró patrimonio arquitectónico y cultural de la provincia de Córdoba. Por lo tanto, su fachada exterior no puede sufrir ninguna modificación, aunque su interior sí ha sido refaccionado y hoy en día está en óptimas condiciones para ser habitada.
En 2018, tras haber sido vendida y adquirida por un nuevo propietario, «La Casona» se convirtió en una residencia estudiantil para estudiantes de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Al ser una universidad pública, de gran nivel y destacada nacionalmente, estudiantes de todo el país se mudan a la ciudad para continuar sus estudios, y la residencia es una gran opción para aquellos que prefieren vivir en compañía de otros estudiantes.
Comenzó siendo una residencia solamente para mujeres, pero el año pasado su dueña, Arabela Yocco, decidió convertirla en mixta. Al día de hoy alberga a 27 estudiantes, 22 mujeres y 5 varones, de todas las provincias del país. Un requisito excluyente para poder vivir en la pensión es ser estudiante, ya que la residencia es un lugar tranquilo para estudiar en silencio y comodidad.
La casa cuenta con 11 habitaciones, 8 baños, espacios comunes y espacios verdes. Los dormitorios son compartidos entre 4 residentes, ya que son bastante amplias, y hay una sola habitación individual, que se encuentra en el altillo del hogar. Hay reglas de convivencia para que todos puedan vivir a gusto, pero, según argumenta la dueña, son como una gran familia y comparten todo. De vez en cuando, hacen comidas todos juntos y pasan tiempo compartiendo debido a que muchos estudiantes están lejos de sus hogares y buscan contención en sus compañeros. Los fines de semana, los residentes tienen permitido traer invitados a la casa y realizar «pequeñas reuniones».
Además, dentro de las opciones que ofrece la ciudad para vivir para los estudiantes que se mudan a Río Cuarto, «La Casona», también conocida como «residencia Victoria», es de las opciones más económicas. El alquiler por mes sale 80 mil pesos e incluye los gastos y servicios de cualquier hogar común y corriente. A los residentes solo les queda costearse los gastos propios de sus alimentos y, obviamente, sus gastos externos.
La residencia, al estar ubicada en el corazón céntrico de la ciudad, ofrece la comodidad de tener todos los medios de transporte, lo que les permite a los chicos llegar a la universidad sin problemas. También a pocas cuadras se encuentra el centro cultural y recreativo «El Andino», un parque con mucho verde que, además de tener opciones para realizar actividad física porque cuenta con canchas de fútbol, básquet y de skate completamente gratuitas y máquinas para hacer ejercicio, tiene opciones para la recreación como cafés y una pequeña biblioteca popular de la ciudad.
Los fines de semana, en este parque, se suelen llevar a cabo distintas actividades de entretenimiento gratuitas y abiertas a todo público propuestas por el Gabinete de Deporte y Cultura de la ciudad, como obras de títeres y obras de teatro, recitales de bandas locales en vivo y más.
La residencia Victoria comenzó a tener una ayuda del gobierno municipal con el subsidio de algunos servicios, para así poder economizar lo más posible la cuota mensual para los estudiantes y que sea más accesible para muchos. De esta manera también se promueve la Universidad de la ciudad y la llegada de nuevos estudiantes.
La ciudad de Río Cuarto es una de las ciudades más elegidas por los estudiantes, ya que su universidad, además de ser pública y gratuita, es una de las mejores del interior del país, sobre todo en carreras de Agronomía y Medicina Veterinaria. También se destaca su Facultad de Ciencias económicas.
La dueña de «Victoria» afirmó que es una buena iniciativa que los edificios declarados patrimonios de la ciudad puedan tomar un giro en su función y comenzar a utilizarse con un bien común para la sociedad, así también no se desaprovechan y persisten cumpliendo algún rol útil.
Francisca Gómez Cosio – 2ºB Turno Mañana