La causa por el crimen de Bruno Bussanich, el hombre de 25 años asesinado en una estación de servicio de la ciudad de Rosario, avanza día tras día y en este caso le tocó declarar al sicario por primera vez ante la Justicia.
Frente a los fiscales Adrián Spelta y Patricio Saldutti, el joven de 15 años rompió el silencio. Confesó que fue él también quien asesinó en la primera semana de marzo a los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano. Por estos hechos afirmó que cobró medio millón de pesos y fue un pedido de “Chucky Monedita”, un narcotraficante que se encuentra preso.
El adolescente confirmó que asesinó a quemarropa al playero de la estación Puma por 400 mil pesos para poder pagar una moto que días antes la policía le había secuestrado. El propietario del vehículo era Gustavo Márquez, quien quedó imputado por formar parte de la organización de los crímenes.
La orden era “dispararle a cualquiera” y que usará pegamento en los dedos por las huellas. En total, cobró casi un millón de pesos por los tres homicidios y por ser menor de edad es inimputable, por lo que quedó detenido a disposición de la Justicia de Menores.
Tras las declaraciones, Alejandro Núñez, alias “Chucky Monedita”, permanecerá como imputado en la causa por ser el cerebro detrás de los asesinatos que ocurrieron en Rosario. Desde el 2015 se encuentra preso por un homicidio, junto a otros delitos por portación de armas. Actualmente, está detenido en la Unidad 11 de Piñero.
La investigación deduce que el reclutamiento de los sicarios fue organizado por su pareja, Brenda Pared, conocida como «La Doña» y que está bajo arresto domiciliario en la localidad de Funes.
Los investigadores sospechan que existe una conexión con el narco Esteban Lindor Alvarado, quien podría haber participado de la organización de la ola de crímenes desde el penal de Ezeiza, debido a su amistad con Chucky.
Alexander Malagrino – 2ºB Turno Mañana