El pasado viernes 29 de marzo se estaba realizando un Vía crucis en Villa Palito, del partido bonaerense de La Matanza, como cada viernes santo. Pero el acto culminó de manera forzada, ya que las personas presentes pasaron un mal momento y de mucho miedo al verse en medio de una persecución policial que pasaba por el lugar y culminó con un fuerte tiroteo.
Afortunadamente nadie salió herido físicamente pese a una “avalancha humana” mientras todos intentaban resguardarse. Freddy Villarroel Yañez, un ciudadano chileno de 49 años, fue atrapado por la policía. El detenido se encontraba en el asiento trasero del auto perseguido, que era un Nissan Versa con pedido de secuestro, ya que era robado. Por su parte, el piloto y su copiloto lograron darse a la fuga.
Todo comenzó en un retén policial en las calles Derqui y Padre Bachi. Los policías le dieron la orden al Nissan de detener el vehículo, pero el auto aceleró con la intención de darse a la fuga, lo que ocasionó la persecución de manera inmediata.
El seguimiento terminó frente a la parroquia en la que se estaba realizando el Vía Crucis, en la intersección de Bachi con Chile, donde los policías dispararon con escopetas de postas de estruendo para frenar la huida. Los sospechosos detuvieron el vehículo y se bajaron para comenzar a correr a pie. Sólo uno de los tres sospechosos fue atrapado con éxito.
El detenido está acusado de encubrimiento y resistencia a la autoridad, a disposición de Gastón Bianchi, de la Fiscalía N°3 de La Matanza.
Monseñor Eduardo Héctor García, obispo de San Justo, comunicó la inseguridad que sufren los barrios más vulnerables y se notó triste y muy preocupado: “La inseguridad y la muerte bailan una danza macabra en nuestros barrios”.
Jesús Pérez Rivas – 2ºB Turno Mañana