El actual jugador del Benfica Ángel Di María fue amenazado de muerte el lunes por la madrugada en el country «Funes Hills Miraflores», lugar en el que residen familiares del mediocampista ofensivo de 36 años. El mensaje intimidatorio aseguraba que no lo iba a poder defender ni siquiera el gobernador de la provincia de Santa Fe, en el marco de una ola criminal y sangrienta que la ciudad de Rosario está atravesando hace mucho tiempo, pero que se profundizó enormemente en estos últimos meses con las muertes de personas inocentes, estando detrás de estos hechos el narcotráfico.
Previo a la detención de Tamara León, vinculada a la banda «Los Monos» y al tráfico y venta de estupefacientes, las fuerzas de seguridad de Rosario, -entre ellos agentes de la División Unidad Operativa- y tras horas de vigilancia, detuvieron al autor material del hecho, Pablo Ezequiel Acotto, junto a su pareja, quienes parecían estar intentando fugarse de la ciudad.
Además, desde el Ministerio de Seguridad señalaron que gracias a las escuchas telefónicas entre la autora intelectual y el autor material pudieron confirmar que la acusada contrató a Acotto para que se encargara de realizar la amenaza y el mensaje intimidatorio contra Di María y su familia.
Luego de una investigación en profundidad, se informó que Tamara León es la líder de una banda narco que comercializaba drogas en la localidad santafesina de Pérez y que existiría un posible vinculo con Dylan Cantero, el líder mas joven de la banda de «Los Monos». Además de Tamara León y Pablo Ezequiel Acotto, el Ministerio de Seguridad informo que en los allanamientos se detuvieron a más individuos vinculadas a León y que eran partícipes de la banda narco criminal: Selene Romero, Belén Ledesma, Janina León, Luciano Naidenoff, Brian Roja, Walter Altamirano, Alejandro Fernández y Miguel Aguirre. También se secuestraron droga, armas, cartuchos, dinero y objetos electrónicos.
Horas posteriores a la amenaza, el personal de seguridad del country en el que residen familiares de Di María dio datos clave a la policía, asegurando que un automóvil Megane gris circulaba de forma sospechosa y llamativa frente al barrio cerrado y que al momento de la amenaza se efectuaron cuatro disparos al aire. Tras los tiros, el vehículo tomó velocidad y escapó sin dejar rastro. A pesar de la huida, el coche fue hallado sin sus ocupantes en la intersección de las calles 1818 y Espinoza en la madrugada siguiente.
Si bien Acotto y su pareja contaban con domicilio propio en la zona de Rosario, fueron interceptados en la madrugada cuando salían de un departamento que el dúo había alquilado en la zona céntrica. Al momento de la salida del inmueble, Acotto poseía en sus manos un bolso en el que la policía posteriormente identificaría en el interior del mismo cocaína. Además, se cree que la pareja intentaba fugarse debido a la repercusión y relevancia que tomó el caso. En el interior del departamento se hallaron dos celulares, drogas, un monto bajo de dinero, una pistola Bersa con tres municiones, un pen drive, un reloj y la llave de un coche.
También se comprobó mediante conversaciones telefónicas que el acusado reconoció ser el autor de las amenazas realizadas hacia el jugador de la Selección Argentina y el automóvil con el que se efectuó el ataque en la afueras del country venía siendo investigado por la justicia federal. Junto con la incautación de los objetos hallados en el domicilio, se ordenaron el secuestro de una camioneta Duster y la detención de una pareja que seria cómplice en el ataque, identificados como Gabriel Ismael Pastore y Sara Belén Gutiérrez.
El fiscal de la causa Pablo Socca no cree que detrás de la amenaza haya una «guerra de hinchadas» teniendo en cuenta la posible vuelta del Di María al fútbol argentino tras más de diez años en Europa. Además la motivación del hecho es algo «por investigar», evitando una posible vinculación con las amenazas hechas en las últimas semanas hacia taxistas y colectiveros en la ciudad y con hechos más sanguinarios y violentos, como es el caso de Bruno Bussanich, playero asesinado en una estación de servicio Puma en donde un sicario lo asesinó a sangre fría y sin mediar palabra en la zona oeste de Rosario.
El fiscal de la causa remarcó: «Entendemos que las personas que detuvimos hoy son la mano de obra de alguien que puede estar arriba de ellos y que sea el ideólogo».
Posteriormente, se comprobaría que Tamara León fue la que le ordenó a Pablo Ezequiel Acotto que dejara el mensaje intimidante hacia Di María y su familia. En paralelo, Socca impuso que se inicie una investigación contra policías y funcionarios por una filtración de imágenes de las cámaras de seguridad de Funes, que captaron el trayecto del automóvil Megane. Ante esto, el fiscal citó a declarar al encargado del Centro de Monitoreo de Funes y al jefe del Comando Radioeléctrico, ya que entendieron que la filtración de las imágenes podría haber generado un entorpecimiento de la investigación en curso.
A pesar de esto, las indagaciones no gustaron para nada en las autoridades de Funes, en donde el intendente, Roly Santacroce, con el objetivo de defender lo suyo y traer claridad a la situación, defendió la actuación del Centro de Monitoreo, asegurando que las imágenes son una gran ayuda para dar con responsables de delitos.
«A mi jamás un fiscal me dijo que no puedo estar mostrando las imágenes de los hechos que ocurren en nuestra ciudad. Ese es un primer error enorme. El fiscal me podría haber llamado. Pusimos un sistema de protección y seguridad para que la gente viva más tranquila. Lo que menos intento hacer yo como intendente es tratar de entorpecer, todo lo contrario, le estoy dando elementos. Si no tenemos estas cámaras, no tendrían ni idea de quienes son ni que auto era», señaló.
Para calmar un poco la situación tras los dichos del intendente de Funes, Socca puntualizó que las indagaciones se realizaron para tratar de mantener el hermetismo y tranquilidad en el caso y entendió que había cosas que le hubiera gustado evitar.
«En el afán de ayudar, el efecto puede ser el contrario y se puede entorpecer la investigación o favorecer la fuga de los autores del hecho, al dar a conocer ciertas situaciones que son propias de la investigación de la fiscalía. Precisamente esto de alguna manera sucedió, porque los autores del hecho se mudaron de sus domicilios conocidos y por escuchas y evidencias que tenemos en la causa, estaban preparando la fuga de Rosario. Precisamente en la madrugada fueron interceptados por personal de la Policía Federal, que había montado, por orden mía, un operativo de vigilancia. Y fueron detenidos en el momento en que se estaban por subir a una camioneta y retirarse del lugar que habían alquilado», explicó.
Si bien Ángel Di María se encontraba en Los Ángeles de gira con el seleccionado argentino tras la amenaza que sufrieron él y su familia, sus compañeros y amigos más cercanos en la concentración lo notaron afectado emocionalmente por la situación a pesar de que posteriormente sería una de las figuras de Argentina en el triunfo por 3 a 1 a Costa Rica, en el que incluso marcó un golazo de tiro libre.
Desde hace mucho tiempo se remarca la posibilidad de que «Fideo» vuelva a vestir la camiseta de Rosario Central tras más de una década rompiéndola en el fútbol europeo. Incluso se confirma que en el country en el que se realizaron las amenazas el propio Di María ordenó agrandar la propiedad que posee en esa zona con el objetivo de amoldarse con su familia en junio de este año post Copa América, tras la finalización de su contrato con el Benfica.
Mas allá de esto, el ex jugador del Real Madrid no se pronunció respecto del tema y se verá si lo sucedido es un factor determinante para una posible vuelta a la Argentina.
Luca Smimmo – 2ºB Turno Mañana