La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos indicó un informe donde notificó que el 2023 trajo el verano con las temperaturas más altas registradas hasta ahora en el Ártico. Las causas son relacionadas al calentamiento del aire, el mar y las tierras provenientes de diversas actividades humanas.
En base al reporte, las temperaturas del aire en el Ártico alcanzaron un promedio de 6,4 grados Celsius entre julio y septiembre. El más alto que se tienen datos. El promedio de temperatura anual del aire superficial en este territorio fue de 7 grados Celsius bajo cero, la sexta más elevada que se ha registrado desde 1900.
Desde 1940 el promedio de temperatura anual ha subido 0,25 grados Celsius por década y durante el verano el temple ha aumentado 0,17 Celsius también cada 10 años, según los registros.
La realidad es que la extensión de hielo en el mar continúa disminuyendo y en los últimos 17 años se han registrado menores crecimientos. La de este año fue la sexta menor desde 1979 en donde comenzaron las inspecciones satelitales.
El informe de NOAA señaló que América del Norte tuvo un registro menor de cobertura de nieve sobre la tierra. “Como nación y comunidad global debemos reducir sustancialmente las emisiones de gases en la atmósfera que causas estos cambios”, afirmó Rick Spinrad, el director de NOAA.
El reporte cuenta con 123 páginas y fue trabajado por 82 autores de 13 países. Principalmente enfatizaron sobre los calentamientos del mar y del aire, así como la disminución de la capa de nieve y del hielo marino. Este corroboró que en el lugar de más altitud en el manto de hielo ubicado en Groenlandia sufrió un derretimiento por quinta vez en 34 años, parece ser una cifra positiva pero la extensión del hielo en el mar siguió decreciendo.
Este informe anual refleja por completo una descripción devastadora con respecto al Ártico. Esta región que se templó casi tres veces más rápido que la tierra. “Lo que vemos no es normal y el daño climático irreversible causado por un calentamiento excesivo del Ártico continuará repercutiendo en América del Norte”, declaró Brenda Ekwurtzel, de la Unión de Científicos Conscientes (UCS). También puntualizó que “desde las tormentas de nieve más intensas y las perturbaciones de vórtice polar más frecuentes hasta los calores extremos, ningún rincón del mundo evitará los efectos dadas las contribuciones de la pérdida de hielo al aumento global de los niveles del mar”.
Por otra parte el Ártico canadiense sufrió varios acontecimientos que nutrieron el cambio climático, como por ejemplo los fuertes incendios forestales, que jamás se registró y provocó alrededor de 20.000 personas evacuadas en la ciudad de Yellowknife en agosto. Ese mismo mes un lago glacial situado en las cercanías de Juneau, Alaska, vivió roturas de presa que culminó en grandes inundaciones y en el adelgazamiento de los glaciares.
En la conclusión del informe afirmaron que “la tendencia al calentamiento global, a largo plazo, tiene una variedad de impacto desigual en ecosistemas y redes alimentarias de las que depende la población”.
Mateo Araujo, 2do A TT