El pasado 27 de octubre el púgil británico Tyson Fury logró ganarle al luchador de UFC Francis Ngannou en Arabia Saudita. El rey gitano fue a la lona en el tercer round y, cuando todo parecía que se inclinaba hacia el lado del camerunés, los jueces dictaminaron que la victoria por puntos sería del campeón mundial de peso pesado en boxeo.
El desarrollo de la pelea encontró a los dos boxeadores riñendo arriba del ring y a grandes personalidades, como Cristiano Ronaldo, entre los espectadores. El duelo, que fue sumamente parejo, en algunos asaltos se inclinaba hacia el lado del africano y otros eran para el europeo. El factor determinante de la pelea fue esa caída en el tercer round por parte de Fury. Al llegar al campanazo final, la sensación era que la victoria se la llevaba Ngannou, aunque para sorpresa de todos el resultado no fue ese, ya que las tarjetas marcaron 96-94, 95-94 y 94-95 en favor del gipsy king.
La carrera de Tyson Fury está en ascenso desde hace varios años, tras una historia de vida complicada que tuvo que atravesar el actual campeón del mundo. Sus últimas peleas contra boxeadores como Deontay Wilder, denotaban que el oriundo de Inglaterra iba en busca de una pelea de mayores dimensiones, contra el ucraniano Oleksander Usyk (mejor boxeador actual de peso pesado) o con su compatriota Anthony Joshua, pero eligió otro camino.
El estilo de Fury va en contra de lo que se espera teniendo en cuenta su físico. Cuenta con una velocidad increíble y ademas es sumamente dificil de noquear. Wilder, con una de las pegadas más fuertes del boxeo, lo llevó dos veces a la lona, pero Tyson aguantó y pudo ganar el combate. Lo mismo pasó con Ngannou, que tiene uno de los directos más potentes de la UFC. Sin embargo tampoco le alcanzó para culminar la pelea con un KO
Lo cierto es que las veladas que se desarrollan entre un boxeador y un luchador de MMA no suelen ser muy atractivas debido a la diferencia de nivel. Mayweather contra Mcgregor es el claro ejemplo: el pleito fue sumamente disparejo y el estadounidense venció con facilidad. Por ende se esperaba que Fury arrasara a su contrincante, pero la gran sorpresa fue que Ngannou dio batalla y podría haber salido victorioso.
Tyson Fury, con ya 35 años, amagó con el retiro definitivo varias veces, pero que antes de ese momento llegue la pelea contra Oleksander usyk es prácticamente un hecho. 2024 es el año en el que se dará una de las peleas más importantes del último tiempo. El nacido en Wythenshawe va en busca de volver a ser campeón absoluto como lo hizo en 2015, tras vencer a otro ucraniano, Vladimir klichkó.
Francisco Basiglio Godoy – 2ºA Turno Mañana