Desde Pico Football Club hasta Atenas como base, pasando por equipos de España, Italia y Francia. Tres años en Boca Juniors, Olímpico de Santiago del Estero, Obras Sanitarias, Palmeiras de Brasil, una carrera impecable para Maximiliano Stanic. Como ex basquetbolista hoy sigue participando del básquet activamente desde otro lugar pero siempre buscando y sumando herramientas para su vida y su futuro.
Sus inicios
-¿Cómo fueron tus inicios con el básquet? ¿cómo y cuándo empezaste a jugar?
-Empecé a jugar al básquet en Defensores de Hurlingham cuando tenía 6 años un poco porque era muy inquieto, vivíamos a la vuelta del club, en la casa de mi tío todos jugaban al básquet, cada vez que iba a la casa de ellos me hacían tirar al aro, desde que me pusieron una pelota naranja en la mano no paré, Hice un montón de deportes pero me enamoré enseguida de este deporte.
-En Liga Nacional, ¿cuál fue tu primer club?
– Yo soy un apasionado de La Liga Nacionale. Seguí al Ferro de uno de mis ídolos, Miguel Cortijo. Desde chico íbamos a la cancha a ver partidos de Liga con mi familia, era un sueño que tenía pendiente. El día que llegue a la Liga Nacional lo hice con Pico Football Club, fue increíble. Dbuté contra Olimpia de Venado Tuerto, contra el Olimpia campeón en el que jugaba “El puma” Montecchia, otro jugador que admiraba muchísimo.
-¿Qué te acordás de ese día?
– Recuerdo que al enfrentar al “Puma” Montecchia no pude defender ni una posición, fue realmente impresionante lo que jugó y la impresión que me llevo de él en todo sentido. Ese día lo tengo muy marcado como mi debut en la Liga.
– Jugaste en Italia, Francia y España. ¿Cómo llegás a Europa?
-En el 2001 Julio Lamas me quiso llevar al Alicante, le digo que no, en la temporada 2000/2001 me quedo en Argentina jugando en Boca. Con mi representante pensábamos que era importante jugar primero en un club grande en el país pero cuando la situación en el 2001 se puso fea decido emigrar. Había tenido ofertas de algunos clubes europeos por lo que desembarqué en el Aurora Jesi de Italia que fue mi primer club en Europa.
– Dejaste el básquet profesional hace muy poquito. ¿Te costó mucho tomar esa decisión?
-Hace muchos años venía analizando dejar de jugar profesionalmente. El término de mi carrera profesional fue con Atenas. Seguí un poco más, en Lanús primero y en Defensores de Hurlingham después, pero eso fue por hobby. Es un proceso largo, uno siempre lidia con eso porque el jugador lo va a llevar siempre en su interior, es algo único e irrepetible ser jugador de básquet no hay otra profesión que lo pueda suplantar. Lo tuve que trabajar, retirarme del alto rendimiento, porque conlleva un montón de situaciones ser jugador de primer nivel. Implica dejar de lado tu vida personal para dedicarte full- time a eso. Entre seis y siete años estuve con un psicólogo para aceptar que terminaba una etapa de mi vida.
Maxi, La Liga y los medios
– Igualmente seguís ligado al basquet de otra forma. Estás haciendo un programa por streaming.
-Estoy como analista en Basquet Pass. Hace un año hice el programa “Llegar jugando” con Carlos Altamirano y Pablo Viola. Carlos, director periodístico de Basquet Pass me ofreció ser parte porque le gustaba mucho el trabajo que hacía. Es algo que me gusta que lo hago con placer más allá de la responsabilidad que es un trabajo pero es un lugar donde yo me puedo expresar lo puedo disfrutar, llevando el básquet desde otra manera, seguir activo estoy muy contento dentro de este programa.
-¿Cómo ves la Liga Nacional? ¿Qué equipos pensás que pueden llegar a ganar el próximo torneo?
-La última Liga nacional fue la más pareja en los últimos años y realmente la ganó Quimsa pero hubo muchos equipos que podrían haberla ganado porque se fueron alternando quien era el equipo que mejor jugaba. Este año hay cuatro equipos que están claramente por encima del resto que son Quimsa, Boca, Olímpico e Instituto. Después tenés un lote de varios equipos que están ahí en un segundo escalón pero estos cuatro por poderío económico, por rotación, por lo largo que son los planteles están claramente por encima del resto y es difícil que el campeón no salga de esos cuatro nombres para mí.
-Desde tu lugar de analista periodístico ¿creés que falta más difusión de básquet en la Argentina?
-El básquet nacional históricamente tiene un nicho de gente, claramente es un deporte en el que se le da mucha importancia en el interior, creció muchísimo en Capital y Gran Buenos Aires pero no pasa tanto por la difusión en redes o en televisión. Sí creo que es un tema más de calendario. Es muy difícil seguir la cantidad de partidos que se juegan durante la semana, no hay un día fijo. Eso atenta quizás con que la gente pueda ir a la cancha, sumarse a seguir a su equipo lo que lo hace más difícil. Algo que sí podría ayudar muchísimo es tener pantalla abierta en canal de aire, tener la oportunidad que los partidos se puedan ver por ahí haría crecer sin duda el básquet, además de acomodar el calendario para saber que día juega cada equipo teniendo más convocatoria en general y familiar. El basquet es «familia», los que pertenecemos a él sabemos que es así.
Autora: Paula Furgiuelle, 2° B, turno mañana