Palermo llegó a Boca desde Estudiantes de La Plata a mediados de 1997 por 3.570.000 dólares y su debut se produjo el 3 de septiembre de ese mismo año en una victoria por 1 a 0 ante Cruzeiro por un encuentro correspondiente a la Supercopa Sudamericana. No marcó pero tuvo un buen desempeño.
De todas formas, para anotar su primer tanto con la camiseta azul y oro tardó 452 minutos, algo que para un goleador de raza es completamente frustrante. La sequía fue de siete partidos para el que más tarde sería llamado “Optimista del gol”. En ese momento el hincha estaba perdiendo la paciencia y la forma de jugar del Loco era objeto de burla, ya que sus movimientos eran algo torpes.
Sin embargo, el 29 de septiembre de 1997 se cortó la mala racha. En La Bombonera, ante Independiente y por la fecha 7 del Torneo Apertura, llegó la primera sonrisa para el Titán y los Xeneizes. En apenas 30 segundos de partido, Palermo marcó ante Farid Mondragón tras un rebote producido por un pase desviado de César La Paglia. El encuentro finalizó 2 a 1 a favor del conjunto de la Ribera. A partir de ahí el 9 empezó a hacerse querer a base de goles, sobretodo por el tanto que le convirtió a River en su primer superclásico, que hizo nacer definitivamente el amor entre Palermo y los Bosteros.
En total, Martín disputó 404 juegos en dos ciclos con la casaca de Boca y se despachó con 236 toques a la red, convirtiéndose en el máximo artillero de la historia del club y en uno de los máximos ídolos. Además, obtuvo 13 títulos en la institución donde jugó hasta el retiro en 2011.
Santiago Villagra, 2do. B TT