Canelo Álvarez venció sin problemas a Jermell Charlo en una de las peleas más esperadas del año

El mexicano venció al estadounidense en Las Vegas y retuvo sus cuatro títulos mundiales de peso supermediano por tercera vez consecutiva.

Transcurría el último round. El T-Mobile Arena se llenaba de aplausos y gritos presenciando una nueva gesta histórica para el boxeo internacional. El árbitro Harvey Dock de Nueva Jersey realiza una nueva intervención para separar a la bestia mexicana del cuerpo de Jermell Charlo. Los jueces observaban con mucha concentración y atención, y sus ojos reflejaban pura admiración ante la hazaña del héroe de Jalisco. Es que el vigente campeón mundial indiscutido Saúl «Canelo» Álvarez lo hizo de nuevo: derrotó sin mayores sobresaltos a su rival americano y defendió sus cuatro títulos de peso supermediano.

La puntuación en las tarjetas y la decisión unánime de los jueces demostraron la superioridad aplastante de Canelo durante la contienda: 119-108, 119-108 y 118-109 a favor del mexicano.

En la previa del combate, la prensa y la crítica boxística subestimaron a Canelo y los debates en los programas de noticias y redes sociales dejaban entrever una pelea mucho más reñida y pareja de lo que fue.

Dejando de lado su inactividad profesional de más de un año, los periodistas estadounidenses sobrevaloraban a Charlo y explicaban que sus cualidades físicas y técnicas podrían anticipar la decadencia y el declive del boxeador mexicano. Sin embargo, las condiciones adversas y las desventajas no son algo extraño para el azteca de 33 años.

«Trabajamos durante tres meses en el ring, en las montañas, sin mi familia, porque sigo amando el boxeo. Soy un peleador fuerte siempre y nadie le puede ganar a este Canelo», expresó luego del triunfo.

Criado en los suburbios de San Agustín, Tlajomulco de Zúñiga, Guadalajara, comenzó a fabricar paletas de helado con su padre a muy temprana edad para llevarle un plato de comida a su familia de siete hermanos. Esta personalidad avasallante que es visible en cada golpe que despliega y su desmedida rebeldía que lo enfrentó hasta con Lionel Messi, ya empezaba a forjarse desde pequeño: no le gustaba asistir a la escuela y solía ausentarse a las clases a escondidas de su madre para ponerse los guantes y entrenar con Rigoberto, su hermano mayor.

Su valentía y autoestima ganadora hicieron que el 29 de octubre de 2005, a sus cortos 15 años, debutara profesionalmente en el deporte, del cual se vería alejado al año siguiente. Sus progenitores decidieron divorciarse y el joven Canelo de cabello rojizo comenzó a refugiarse en el alcohol para dejar de lado los problemas. Sin embargo, es tal su resistencia anímica que logró salir adelante y, a partir de allí, desarrolló una carrera repleta de victorias y festejos.

Canelo Álvarez, la leyenda mexicana que superó a Charlo (FOTO: Diario AS)
Canelo Álvarez, la leyenda mexicana que superó a Charlo (FOTO: Diario AS)

Durante toda su trayectoria como pugilista, Álvarez se caracterizó por tener una actitud más conservadora y defensiva arriba del ring, y utilizó en reiteradas ocasiones su habilidad como contragolpeador para sorprender a sus oponentes. No obstante, este combate fue la excepción a la regla, ya que se percibió una versión más ofensiva del mexicano.

«Trabajamos para castigarle el cuerpo. Sabemos que es un gran peleador y que sabe moverse en el ring», confesó. Esta declaración post-combate dejó en evidencia la estrategia que planificó con su entrenador Eddy Reynoso: ser el protagonista de la pelea y reducir a Charlo a la mínima expresión, atacando con ganchos la zona estomacal del oriundo de Luisiana para buscar el nocaut y arrinconándolo contra las cuerdas para evitar su desplazamiento por todo el cuadrilátero.

De más está decir que el plan salió a la perfección: poco a poco, Canelo aumentó su ventaja en las tarjetas en los primeros seis rounds y estuvo a punto de noquear al estadounidense en el séptimo, en el cual obligó al árbitro a realizar un conteo de protección, y, salvo una leve mejoría de Charlo en la novena vuelta, Canelo culminó la contienda como claro dominador.

El día sábado, con su victoria número sesenta, Saúl Álvarez escribió una nueva página en los libros de historia del boxeo. Su huella ya es imborrable en la memoria de todos los fanáticos del deporte y será recordado por representar la bandera mexicana en la élite mundial. Su nombre quedará inmortalizado por los siglos de los siglos, al igual que la melodía de Los Mariachis o el Día de los Muertos.

Sin embargo, su ambición y hambre competitivo lo obligan a ir por más para continuar agigantando su figura, y es por eso que confirmó su presencia en la tradicional fecha del 5 de mayo del próximo año.

“Pelearé contra quien sea, no me importa”, aseguró. Tocará ver quién aceptará el desafío, pero, por ahora, los cuatro cinturones de 168 libras no se los arrebata nadie. El héroe de Jalisco va por todo y no tiene freno, porque él es Canelo, el más fuerte.

 

Tomás Porto – 2ºA Turno Mañana