Sus jugadoras piensan que es un gran entrenador con mucho futuro por delante, que con el paso de los años fue mejorando, se volvió mucho más detallista tratando constantemente de perfeccionar al equipo. “A mí siempre me mostró su apoyo y confianza, eso para una arquera es muy importante”, admite Paloma Vela, arquera del Club San Marcos de Monte Grande.
Eso es lo que piensan de Sebastián Froio entrenador de ese club del sur del Gran Buenos Aires y actual jugador de Primera división en el Lomas Athletic, que está en plena etapa de crecimiento. En 2022 hizo ascender al femenino del club a Primera División al mismo tiempo que cada domingo agarra su palo de hockey y sale a jugar en Primera. Jugador y entrenador en una sola persona.
-¿ Cuándo empezaste a jugar al hockey?
-Empecé en Lomas Athletic a los 8 años, hacía varios deportes al mismo tiempo y al tener primas y hermanas que jugaban al hockey me ponía a jugar con ellas en casa me terminó gustando y eso derivó en empezar a practicarlo.
-¿Como llegás a ser entrenador en San Marcos?
-En el año 2017 llego al club porque mi abuelo fue muy allegado a los fundadores tanto como a la comisión y subcomisión entonces yo siempre estaba en el club desde chico por lo que no dudaron en decirme que sí cuando me acerqué con mi bocha y con mi palo a postularme como entrenador. Hoy estoy dirigiendo a la Primera División del club luego de haber pasado por todas las categorías de inferiores.
Froio, además, es profesor de Educación Física, trabaja en colegios y hace cursos de perfeccionamiento relacionados con el hockey queriendo retomar sus estudios universitarios.
´-Lograste el ascenso para las chicas a Primera ¿cómo fue ese proceso?
-El 2022 fue un año muy importante para mí y obvio para las chicas del club, fue un proceso largo en el que fuimos construyendo todo día por día, partido por partido, nos habíamos propuesto quedar entre los tres mejores, no era el objetivo inicial el ascenso, si, poder competir en todo momento hasta el final del campeonato, mantener ese objetivo vivo terminó alimentando las ganas de querer ascender, las ganas de pelear un play off. Una vez clasificados terminamos jugando cuatro partidos terribles en el final del campeonato los cuales ganamos y ascendimos. Fue un camino que lo construimos yendo de menos a más, puliendo detalles todos los días para poder dar ese salto de calidad que no hubiera sido posible sin la unión y convicción del grupo.
–¿Qué expectativas tenés como entrenador?
-Como entrenador me gustaría trabajar en otro club no porque me quiera ir porque estoy cómodo, tampoco sé que voy hacer el año que viene pero más que nada por conocer otro grupo de trabajo, otros grupo de personas, otra bajada de línea. Hace 7 años que estoy en San Marcos. Todos los años tratamos de buscar cosas nuevas, de plantear nuevos objetivos alcanzables pero bueno no dejan de ser las mismas caras, las mismas personas dentro de todo y la misma forma de trabajo. Ir a otro club creo me permitirá crecer mucho más no por el mismo club sino para generar un cambio.
–¿Y como jugador?
-Como jugador en la primera de Lomas el objetivo es claro: yo quiero mantener mi puesto ahí y quiero pelear, hay mucho para crecer y por aprender de todos los entrenadores que uno va teniendo.
-¿Cómo manejás la frustración?
-Es un tema muy difícil porque me considero una persona pasional por lo que hago y a veces estoy tan involucrado que las frustraciones terminan afectando mi día a día con cosas que no tienen nada que ver, es un trabajo que tuve y que estoy mejorando, le doy mucha importancia a controlar la frustración como entrenador porque en los momentos más críticos del equipo en el que las jugadoras o personas del plantel no pueden responder, es el entrenador desde afuera el que tiene que tener la capacidad de dar una solución o brindar una herramienta. Tengo que trabajarlo porque a veces esa frustración me gana o me tapa por completo entonces no estoy del todo lúcido para poder comunicar y es a lo que nosotros nos dedicamos, a comunicar, todo el tiempo. Nosotros los entrenadores tenemos que estar tranquilos, para transmitir eso al equipo.
-¿Qué mensaje intentás darles a quienes dirigís?
-Que si uno quiere lograr un objetivo, una meta o un sueño no hay otra respuesta que trabajar, dedicarle tiempo y no basta con un poquito, no. Es mucho tiempo de dedicación y trabajo. Y en lo personal también se trata de apostar y arriesgar, hay que tomar decisiones muchas veces pero lo fundamental es trabajar reinventándose para motivar al grupo y a uno mismo y jamás bajar los brazos.
Autora: Paula Furgiuelle, 2° B, turno mañana