Tras conseguir la gloria con el Nápoli y pasar quince meses sin jugar debido a su primera suspensión por doping, Diego tuvo un paso fugaz por Sevilla que duró solo una temporada debido a un conflicto con el entrenador del club español, el gran Carlos Salvador Bilardo, quien había hecho todo lo posible para que el Diez se incorpore al plantel. Luego de eso el astro se quedó sin equipo y en Argentina los dirigentes se empezaron a mover.
Resulta que la selección nacional, que venía de ser bicampeona de América, cayó por 5 a 0 ante Colombia y quedó condenada a jugar la repesca para clasificarse al Mundial de Estados Unidos de 1994. La hinchada pidió por Maradona, así que en ese momento empezó el plan de repatriación con la intervención del presidente de la AFA, Julio Humberto Grondona, para tenerlo cerca y prepararlo para el choque ante Australia que determinaría un cupo a la máxima cita del deporte.
Pero, ¿Cómo llegó Diego a Newell’s? Por un lado, estaba la posibilidad del retorno a Argentinos Juniors, su casa. Los directivos de Torneos y Competencias trasladaron al Bicho a Mendoza para que haga de local allí debido a la expansión de las transmisiones televisivas de fútbol, y a cambio de eso, jerarquizar el plantel. Sin embargo, el presidente de Newell’s, Walter Cattáneo, vio la clara chance de tener a Pelusa en su institución y no dudó en intentarlo.
La excursión de Argentinos por Mendoza no estuvo mal pero quedó en el olvido, y la ilusión de tener de regreso a su hijo pródigo se terminó. Maradona eligió a La Lepra tras una amenaza de barrabravas del Bicho que le exigían 50 mil dólares, sumado a una charla con su representante Marcos Franchi. Firmó contrato el 9 de septiembre de 1993 para dar comienzo a una revolución y fue presentado cuatro días después en el Coloso del Parque, logrando que las tribunas se llenen para recibirlo. Rosario fue una fiesta en una jornada histórica en la que los Leprosos se movilizaron como nunca y hasta se suspendieron las clases en algunos colegios.
A las 16 horas se realizó el acto de bienvenida en una cancha colmada y abarrotada de gente. El canto fue estremecedor hacia el Diez, que recorrió el césped por primera vez con los colores de Newell’s Old Boys. Desde ese momento nació un cariño inmenso, a pesar de que Diego solo disputaría cinco encuentros oficiales sin ganar y sin convertir goles. El ciclo finalizó pocos meses después, cuando a principios de 1994 Pelusa decidió rescindir el contrato tras la renuncia del entrenador Jorge Solari y la asunción de Jorge Castelli, con quien tuvo diferencias.
Así fue la vuelta de Maradona al fútbol argentino luego de once años, y más allá de haber estado poco tiempo, es considerado ídolo en la institución rosarina.
Santiago Villagra, 2do. B TT