De ser top ten del ranking mundial en el 2020, a quedar eliminado en la primera ronda del último Grand Slam de este año. Por esa transición pasa la carrera de Diego Schwartzman tras ser derrotado por el francés Arthur Rinderknech por 6-3, 6-4 y 6-2 en el primer día del US Open. Con este desenlace inesperado, el tenista argentino de 31 años sufrió la décimo cuarta derrota en un estreno de torneo en este año.
El «Peque” parecía no tener obstáculos que le impidieran quedar en la historia del tenis. Ser octavo en el ranking mundial no es para cualquiera. Sin embargo, su carrera se fue diluyendo hasta este 2023. La fatiga muscular y el desánimo ante la pérdida de confianza, fueron dos de los factores determinantes que hicieron que el porteño se despidiera del torneo a tan solo 2 horas y 8 minutos de haber debutado.
El que aprovechó este mal momento del porteño, fue Rinderknech. El 73° del mundo supo identificar con claridad uno de los tantos puntos débiles de Schwartzman en el juego: el saque. Con eso, hizo que su victoria fuera más clara, rápida y eficaz.
La mala racha para el argentino, ahora 114° del mundo, pareciera no acabar: 20 derrotas y 9 victorias son los números que reflejan el bajo nivel de Schwartzman, siendo este el peor año de su última década como tenista. En junio quedó fuera del Top 100 tras nueve años consecutivos dentro de ese grupo selecto.
La derrota en el Abierto de los Estados Unidos, marcó un antes y un después en la carrera de Schwartzman, quien supo estar dos veces en los cuartos de final, en las ediciones de 2017 y 2019, y ahora tendrá que enfrentar una difícil parada: la reconstrucción.
“Tengo una sensación mala, mala, muy fea, en todo sentido. En la concentración, en la actitud… En Grand Slams debe haber sido, por escándalo, mi peor partido. Pero bueno, viene siendo un año complicado y fue un partido acorde al año. Había levantado el nivel los últimos dos meses, haciendo tercera ronda de Roland Garros, jugando bien en Wimbledon y en Queen’s, y jugando bien también en Toronto y en Cincinnati. Pero volví a caer en el nivel y en un montón de aspectos, sobre todo en la concentración. Cuando los partidos son a cinco sets podés tener chances, incluso, jugando un mal día, pero no estuve en ningún momento en el partido. Es una lástima, pero por la forma en la que jugué merecía tener un score de esa manera”, confesó Schwartzman en conferencia de prensa luego de haber quedado fuera del Us Open
De la mano de una etapa de restauración, viene, sin duda, una gran autocrítica: ”Estos días me estaban costando, no estaba jugando bien como las semanas anteriores. Y quizás hoy, en un año malo, en el que perdí muchos puestos en el ranking, en el que no quedan muchos torneos en el año y cuando uno tiene la esperanza de volver a sentirse bien, me tocó tener dos sets muy malos. La frustración le ganó a todo el resto. ¿Si hay esperanzas y ganas de seguir? Sí, no sé. La cosa es jugar y competir bien. Irme de la cancha como me fui hoy, es complicado”.
La falta de seguridad es uno de los aspectos más difíciles de afrontar en un deporte que no perdona. “Lamentablemente, en el último Grand Slam me toca tener este nivel y me preocupa por un montón de aspectos. El tenis… podes jugar bien o mal, pero hoy la frustración fue lo primero que ganó en el partido y me rendí muy rápido. Una lástima”, admitió Schwartzman.
La posibilidad del retiro está siempre latente con un tenista que confiesa estar «un poco cansado” y acepta que lo deportivo lo está llevando a tener problemas en la cotidianidad. Los ataques de pánico sufridos el año pasado son seguramente una de las tantas vertientes que lo llevaron a tener el mal trance de su carrera.
Esta derrota impactará en lo anímico, pero también le afectará en lo deportivo. Una relación que pareciera no despegarse una de la otra. El claro ejemplo está en que comenzó el año en el puesto 23 del mundo y hoy se encuentra en el 114. No obstante, los números seguirán siendo los peores enemigos del argentino, puesto que, cuando se actualice el Ranking después del US Open quedará afuera de los 120 mejores y será su peor ubicación desde el año 2014.
Al porteño las dificultades le sobran, pero si hay alguien que sabe de superar adversidades es él, que cuando era tan solo un pequeño le dijeron que no iba a ser posible que se dedique al tenis por su estatura. Esa será otra de las razones por las que Schwartzman no se rendirá y dará batalla.
Milagros Regueira – 2ºA Turno Mañana