No es extraño que River se haya coronado campeón con anticipación. A la espera de la entrega de la copa, que será este viernes cuando reciba a Racing en un Monumental repleto.
Para comenzar, fue el mejor de una forma superlativa porque tuvo mucha mayor calidad de juego, funcionamiento, un plantel con grandes figuras y eficacia en cada partido.
El legado de la salida limpia, la presión incansable y la herencia de una convicción inquebrantable que Martin Demichelis lo supo aprovechar, lo potenció y nuevamente el millonario está en lo más alto del torneo.
El plantel de River es el mejor del fútbol argentino y parece sobrado para el medio local. Tal vez sólo entre Armani y Centurión, los arqueros, haya diferencias marcadas. Pero en el resto de las posiciones, la competencia entre cada quien es intensa; teniendo entre dos y tres jugadores disponibles por posición. Demichelis tuvo siempre mucho que elegir a partir de las rotaciones a las que lo obligó la doble competencia.
En este punto se centran una de las claves del campeonato: Aliendro, Enzo Pérez, De la Cruz, Nacho Fernández y Barco pudieron ocupar diferentes posiciones y armar esquemas tácticos diferentes. No solo eso, cuando hubo que recambiar la zona, desde el banco aportaron Kranevitter, Palavecino, Paradela y Simón. Un medio campo dúctil, dinámico, con llegada y gol que convirtió 18 de los 48 tantos.
DOS GRANDES ACIERTOS
Lucas Beltrán
El centrodelantero cordobés volvió de su préstamo de Colón para competir, técnicamente en “desventaja” ante estrellas sudamericanas como lo son Miguel Borja y Salomón Rondón. Pero terminó quedándose con el puesto que Julián Álvarez había dejado con la vara muy alta. Y así fue, Beltrán pudo saltarla: es el goleador del equipo con once tantos y además cumplió con todas las exigencias que se le pidieron, ya sea ejercer la primera línea de presión, conectar con el medio, pivotar, etc.
Rodrigo Aliendro
Llegó en el último tramo del ciclo de Gallardo. Y luego del infortunio en la cancha de Boca recién ahora pudo afirmarse y darle la razón al técnico que los había pedido. Entró para acompañar a Enzo Pérez y no salió más. Jugador inteligente y con criterio, con capacidad de pisar el área rival, sumar goles ¡y con el talento de meter suela en mediocampo! El Monumental lo ovacionó, corea su apellido. Titular indiscutido e indiscutible
LOCALÍA CONTUNDENTE Y EL PARTIDO DE LOS HINCHAS
Luego de que comenzara con algunos interrogantes tras las derrotas con Belgrano y Arsenal y actuaciones no muy convincentes, el Monumental se convirtió en una fortaleza, a partir de su ampliación y el nuevo aforo de 83 mil almas. Un respaldo de la hinchada que resulta conmovedor. El sentimiento y la pertenencia de la gente riverplatense para con el equipo sostuvieron desde la tribuna al equipo y le dieron un marco apasionado a la consagración. Tal es así que ganó los once partidos que disputó, hasta el momento, de local.
Martín Demichelis, que provenía del Bayern Munich, tras algunas críticas que había recibido por su “flojo” comienzo, sumado a la goleada recibida ante Fluminense en Brasil; tomó impulso, sentó las bases y continúa con la obra magna que su antecesor dejó. Supo mantener al equipo en pie cuando tambaleó y a partir de mejoras en su fisionomía, va camino a romper el récord histórico de catorce triunfos consecutivos, entre ambas competencias, de local.