Durante una década, Defensa y Justicia logró mantenerse en la segunda división del futbol argentino siendo protagonista en cada temporada. A raíz de la llegada de Futbol Para Todos y los beneficios de los derechos de televisación, el club tomó la decisión de hacer un cambio dirigencial muy importante: la inversión en infraestructura y un proyecto deportivo a largo plazo.
El modelo, básicamente, se trata de formar una estructura que perdure en el tiempo, con esto, se refiere a una forma, un estilo y perfil tanto de jugadores como de técnicos. Como así también desde lo institucional, reinvirtiendo en su estado, sus sedes y las canteras.
Se puede comenzar a detallar este modelo con el ejemplo de Jorge Almirón, quien llegó al club en el 2010. Con un estilo muy claro en el desarrollo de su juego: pelota al piso y salida escalonada. Algo fuera de lo común en el Nacional B para aquella época, razón por la cual fue resistido al principio por los simpatizantes. Posteriormente llegaró Diego Cocca, quien le daría el primer ascenso a primera división en su historia, pero los idas y vueltas harían que se retire de la institución.
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Y es aquí donde ocurre un gran punto de inflexión. La contratación de Ariel Holan cambió por completo la mentalidad no solo del plantel profesional sino de toda la política deportiva. Holan, fue el precursor de aquella ideología e implantó un estilo y una marcada filosofía de juego que posteriormente, Defensa y Justicia como institución, así iba a buscar a todos los entrenadores. Es así como llegaró Sebastián Beccacece, quien consolidaría al equipo en primera división obteniendo un histórico subcampeonato y luego su sucesor, Hernán Crespo, culminó con la llegada a la cima de Sudamérica, consagrándose campeón de la Conmebol Sudamericana y de la Recopa Sudamericana.
Una de las aristas mas importantes, si no es la más destacada, es el perfil de jugadores. Y es que el Halcón, no es precisamente del tipo de club que va en búsqueda del jugador de moda, tampoco le es posible por su capacidad económica. Por lo que esto aun hace más meritorio sus logros. El equipo de Florencio Varela se nutre de jugadores que no son tan tenidos en cuenta en donde se encuentren, por ejemplo, canteranos de los equipos grandes del futbol nacional. De esta forma los recluta o compra un porcentaje de su ficha para luego potenciarlos y revenderlos a un valor mas alto. Entre los ejemplos más icónicos, se puede mencionar a los campeones del mundo; Lisandro Martínez quien fue comprado por 700mil USD y vendido al Ajax de Holanda por 7 millones de euros, y a Enzo Fernández, que luego de dar el salto europeo en dos ocasiones, dejaría una gran ganancia económica a los del sur por sus derechos formativos.
Alex Terrazas.