Las relaciones entre el Mercosur y la Unión Europea encontraron un punto de encuentro en febrero de este año cuando se armó un pre-contrato que se denomina Pacto Verde. Más tarde, la UE la cambió algunas condiciones que por ejemplo, Argentina y Brasil no tienen intenciones de avalar con su voto.
El Pacto Verde, una serie de requisitos y reglamentaciones ambientales para los productos que provengan desde fuera de Europa y que se aplica también dentro de las fronteras del mercado común, es rechazado tanto por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva como por Alberto Fernández. (Fuente: La Nación).
Además, el acuerdo constaría de eliminar los aranceles bilaterales. Las dos partes deberían ganar más capacidad de exportación a un mercado combinado de 780 millones de personas. Pero hay sectores sensibles, sobre todo la agricultura, y en particular el sector cárnico, como la carne de vacuno y de ave, que no se liberan totalmente.
El presidente Alberto Fernández sostuvo que el acuerdo presenta irregularidades y así lo manifestó este martes en un Congreso del Mercosur llevado a cabo en Puerto Iguazú. “La presentación de nuevas demandas en materia ambiental por parte de la Unión Europea, luego de prácticamente cuatro años durante los cuales el proceso negociador estuvo virtualmente detenido por diferencias políticas internas en Europa, nos presenta una visión parcial del desarrollo sostenible. Una visión excesivamente centrada en lo ambiental, con nulo registro de las tres dimensiones de la sostenibilidad (ambiental, económica y social) y de la interacción de ellas entre sí”, dijo el Presidente. Y atribuyó la falta de acuerdo a “actitudes proteccionistas”, contó Alberto Fernández.
El otro país que alzó su voz en contra del nuevo proyecto fue Brasil. Lula da Silva, su presidente tomó la palabra y señaló: “Brasil va a responder sobre la cuestión ambiental, allí veremos que proponen e intentaremos ponernos de acuerdo”. Esto lo afirmaron desde la Cancillería, cuya principal negociadora del proyecto común es la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco, que indicó: “Ellos nos mandaron una carta imponiendo algunas condiciones. Nosotros no aceptamos la carta”.
Por su parte, la postura del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou es muy distinta a la de sus colegas argentinos y brasileños. Se mostró a favor de firmar el acuerdo definitivo con la Unión Europea.
La información marca que desde el Gobierno nacional no están convencidos en llevar adelante la firma del convenio porque habría mucho para perder. Es por eso, que entienden que las garantías no están dadas para poner la rúbrica definitiva y necesaria en el acuerdo entre continentes.
“Tenemos vocación por alcanzar el acuerdo, pero necesitamos que la UE se flexibilice”, fue la frase que soltó Alberto Fernández en una muestra clara de que el arreglo por ahora, parece lejano. Sumada a la declaración del canciller uruguayo, Francisco Bustillo que contó que «respecto a la Unión Europea, al terminar esta Presidencia, constatamos que no hemos tenido ningún avance en la negociación”.
Lo que resta por definir entonces, es si se podrá llegar a un punto medio en el que tanto el Mercosur como la UE puedan delimitar cada uno sus interés sin interferir en los del otro. De esa forma, se podrá llevar adelante un proyecto que se viene negociando hace ya muchos años. La clave será la reunión que tendrá lugar en Bruselas, Bélgica, el próximo 17 de junio. Estarán presentes ambas partes y la intención o lo que se espera es dar un paso hacia adelante en la negociación.
Lucas Lescano