Muchos son los ejemplos de niños que sueñan con convertirse en deportistas profesionales o en músicos. Suelen ser de los oficios favoritos a los que miles aspiran. Desean dejar su huella en alguno de ellos. Sin embargo, pocos son los que pueden conseguirlo en ambas. Es el caso de Ezequiel Matthysse, el boxeador chubutense de legado familiar que llegó a ser de los mejores a nivel amateur, que alcanzó a ser campeón profesional, pero que cuando se perfilaba como una promesa argentina decidió dejar todo. Hoy, con más de un millón de seguidores en sus redes, apuesta todo por la música, su otra pasión.
Matthysse es un apellido de renombre dentro del mundo de los guantes y las peleas, pero Ezequiel decidió acabar con la dinastía. Es que tanto su abuelo materno, Mario (profesional entre finales de la década de 1970 y los 80), su padre Walter (campeón latino) y sus tíos Lucas y Soledad, quienes llegaron a ser campeones del mundo, fueron parte del legado que sus parientes le habían obsequiado. A pesar que las dotes boxísticas y la capacidad para también dejar su marca dentro de un cuadrilátero le fueron transmitidas, no fueron suficientes para atraparlo por completo.
Desde pequeño, tras criarse toda su infancia en el ambiente de un gimnasio, se involucró en este deporte. Inmediatamente supo mostrar sus condiciones y llegó a ser apodado como «El Niño Terrible» debido a su desempeño en sus primeras peleas. Así fue como en 2018, con 19 años, consiguió el título mundial amateur del CMB (Consejo Mundial de Boxeo) y el Sudamericano CMB 2019. Una nueva joya nacía poco a poco. Ante el potencial que mostraba, decidió llevar su talento a un campamento en el gimnasio de Robert García en California junto al equipo de Marcos Chino Maidana, su entrenador desde que cumplió dieciséis. Y con una severa preparación bajo la espalda y con sus puños lo suficientemente cargados, decidió lanzar su carrera como profesional en 2020.
No obstante, aquel pugilista que todavía no había terminado de explotar, decidió ponerle punto final a su etapa dentro de un ring luego de haber disputado tan solo ocho peleas, con un historial de 7-1 (4KO). Igualmente aquel corto recorrido le valió para ser campeón latino CMB supermediano. Y tras haber recolectado más de 70 victorias, sumando su etapa como amateur, y de siempre haber aclarado que su sueño era ser campeón del mundo, en 2022 decidió darle un giro radical a su vida. A pesar de haber amado al deporte de los puños desde chico, esto no supo ser más fuerte que su otra pasión. La música sería aquello a lo que el más pequeño de los Matthysse realmente quisiera dedicarse.
El chubutense colgó inmediatamente sus guantes para lanzar cuanto antes su carrera musical. «Me empecé a preguntar si estaba haciendo lo que me gustaba o no. Es algo medio raro, loco. No sé bien cómo explicarlo. Mi mente se empezó a preguntar qué estoy haciendo de mi vida… Estoy haciendo algo sólo por lo que dice la gente… Porque toda tu familia fue cierta cosa y vos tenés que hacer lo mismo, ser el heredero, seguir la dinastía… ¿Yo en verdad quiero eso o me gusta hacer otra cosa? Fue la pregunta de este tiempo. Caí en un momento y tomé la decisión de tirarme a la música. No quiero que se me pase ese sueño tampoco», declaró el ahora ex boxeador en diálogo con TyC Sports acerca de la presión que llegó a sentir para ser boxeador.
Igualmente, la decisión de abandonar su profesión como deportista no fue tomada de un día para el otro, sino que Ezequiel recuerda el momento del punto de quiebre que lo llevó a replantearse su situación: una pelea que no pudo disputar por problemas de salud. «Una semana antes me enfermé. Tuve problemas para dar el peso y al final mi equipo decidió que no suba a pelear. Justamente un mes antes de esa pelea ya venía con esos pensamientos. Me acuerdo de ir camino al gimnasio haciéndome esa pregunta. La decisión ya la había tomado un mes antes de esa pelea, que iba a ganar pero después iba a pensar bien qué hacer. No quiero subirme al ring con la cabeza mal y perder por eso», expresó el cantante de 24 años.
MATTHYSSE SE CORONÓ EN CÓRDOBA
EZEQUIEL MATTHYSSE VS GERMÁN PERALTA
Título latino plata supermediano CMB.El fallo final fue unánime. Raúl Herrera y Ramón Agüero anotaron 97-90, mientras que Argentino García puntúo 98-89.
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— Boxeo de Primera (@BoxeoDePrimera) July 17, 2022
Su novia de aquel entonces, preocupada por el malestar que causaba en Ezequiel no ser completamente feliz, fue quien supo ser de gran ayuda para que el chubutense tome la decisión de no subirse nunca más a un cuadrilátero, sobre lo cual Matthysse recordó: «Siempre de chico pensé que la casa, mis cosas, todo lo que pueda llegar a tener iba a tenerlo únicamente con el boxeo. No veía otra cosa. Era el boxeo o nada. No veía otra cosa después del boxeo. Era lo único que sabía hacer para generar plata. Pensaba así. Ella me habló y me ayudó a entender que puedo tener lo que sea haciendo cualquier cosa, no sólo con el boxeo, trabajando de cualquier otra cosa o con la música».
Igualmente, su ex pareja no fue la única que se mostró contenta con su decisión. A pesar de haber frenado con la seguidilla y legado familiar, nadie de sus allegados cuestionó su determinación de cara a futuro. «Sé que lo aceptaron y ya está. Me di cuenta con actitudes que me apoyan. Mi padre nunca me obligó a boxear, pero me metí al boxeo por él, ya sabe toda la situación, me pregunta por la música y me puso contento eso», afirmó el joven que desde pequeño escucha Damas Gratis y Los Dragones.
A partir de su nuevo estilo de vida, el oriundo del barrio «Las Mil Viviendas» de Trelew supo introducirse dentro del mundo del RKT (género musical derivado del reggaetón al que le suelen incorporar sonidos de cumbia villera y graves muy potentes) y adaptarse a él sin problemas. Tras años en los que «pasaba horas intentando copiar sonidos de canciones», un nuevo mundo le abrió las puertas. Desde su debut, rápidamente se haría conocido, aumentaría sus seguidores en su cuenta de Instagram, llegaría al punto de tener más de mil oyentes mensuales en Spotify y contar con más de diez temas musicales, uno de ellos con 200 mil visualizaciones en Youtube.
Inclusive, este nueva oportunidad también le brindó la chance de generar amistades, como con L-Gante, a quien conoce desde fines de 2020, lo llama como «su hermanazo» y están cerca de sacar una canción en los próximos meses.
Igualmente, Matthysse tuvo el privilegio de poder dedicarse a sus hobbies desde pequeño. Sí, la música fue también algo que heredó de su familia. «Me metí a la música por mi viejo también. Me acuerdo que era chico, tendría dos o tres años, tengo imágenes… Él tenía un teclado y se juntaban a hacer karaoke en el barrio, en las Mil Viviendas. Recuerdo siendo chiquito que veía el teclado y que era algo que me llamaba mucho la atención. Y a los ocho años me compraron uno», explicó el joven acerca de sus inicios en su nueva profesión, los cuales fueron prácticamente a la par de aquellos que dio dentro de un ring.
A pesar que aún no le cierra las puertas por completo a un posible regreso al boxeo, la mentalidad que mantiene hoy en día Matthysse es diferente a la de hace unos años. Su pasión por mantenerse en forma y ver varios combates aún persiste, aunque tiene sus metas musicales bien en claro. «Un sueño que tengo es que un tema pegue, ir caminando por la calle y que pase un auto por al lado escuchando mi tema. Qué lindo sería un día escuchar que está sonando tu tema, o ir a un boliche y que esté sonando tu canción, que a la gente le guste. Eso es lo que más me gustaría. Tener un show y que la gente grite todos los temas. De a poco se va cumpliendo», afirmó fantaseando el cantante, que tal y como supo brillar en el boxeo de manera fugaz con sus puños, esta vez trata de destacarse con su voz.
Bruno Carbajo, 2° A, turno tarde