En marzo de 2022 Gabriel Kotopodis, Ministro de Obras Publicas había destinado más de $352 millones al presupuesto para que iniciar en conjunto con el Ministerio de Cultura Nacional una restauración en el edificio de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno que está ubicada en la calle México al 500, en el barrio de Monserrat. La propuesta, en principio, fue acercada por Tristán Bauer al Presidente de la Nación Alberto Fernández, quien dio su aprobación y compromiso para llevarlas a cabo debido al estado de abandono que presentaba el edificio.
Durante el recorrido organizado por el Ministerio de Cultura el pasado martes 5 de junio, en el que estuvieron presentes Juan Sasturian, Director de la Biblioteca Nacional, Guillermo David, Director de Cultura de la Biblioteca Nacional, representantes del Ministerio de Obras Publicas y la Secretaria de Patrimonio cultural del Ministerio, Valeria Gonzáles; para ver el avance de los trabajos realizados, Bauer aseguró que «la obra esta avanzada en más de un 60%. Esperamos que los trabajos en la infraestructura estén finalizados para marzo de 2024», y agregó: «Hoy ya podemos afirmar que cercano al mes de septiembre se van a culminar todos los trabajos en la Sala Borges, donde se podrá observar las oficinas donde trabajaba el escritor con todo su mobiliario original, que fue donado y restaurado por la Biblioteca Nacional y los restauradores del Ministerio de Cultura”.
Por su parte, Juan Sasturain, comentó a Télam que «este edificio tiene una absoluta continuidad de concepto, de contenidos y de historia con el edificio que desde la década del 90 alberga todo nuestro patrimonio, en la calle Agüero. El traslado fue un gesto necesario de crecimiento. Con sus investigadores, la Biblioteca Nacional ha ocupado este lugar con continuidad, con su patrimonio documental y bibliotecológico. Lo que viene es nuestro sueño: la recuperación del espacio Borges como un espacio público de visita, donde el patrimonio borgeano estará disponible para los investigadores y para el público en general», concluyó.
El equipo de trabajo está formado por más de treinta especialistas en restauración, ebanistería, metales, textiles, pintura, luthería, tapicería, que hicieron investigaciones y algunos descubrimientos. El principal objetivo es restaurar los espacios ubicados en el primer piso para proteger el patrimonio cultural, histórico y arquitectónico; y recuperar los elementos internos con sus características estéticas. La Sala Borges, Secretaría de Dirección, Dirección, Subdirección y Secretaría de Subdirección, así como el hall de ingreso y el corredor mediante el cual se accede a las mismas son los espacios que forman parte de las reformas más importantes de la ex biblioteca. Durante la visita guiada, los avances que se pudieron destacar son, entre otros, la recuperación de los cielorrasos originales: las arcadas del pasillo de acceso y el casetonado de la Sala Borges con la restauración de boiserie y pisos de roble y pinotea. También se preparó la pintura en muros, mediante cateos que permitieron determinar el color original que tenían, recuperar el empapelado que coincide con el de la época de Borges y reposición de cortinas livianas y pesados.
En el resto del edificio, se restauraron la fachada principal y la de la Sala Williams, hubo saneamiento de los sistemas pluviales, renovación de solados en azoteas, balcones, patios y pasadizos; control de humedades ascendentes y descendientes, carpintería de madera y metal, instalaciones sanitarias, eléctricas y contra incendios y se realizó un inventario de elementos patrimoniales existentes. Entre los casi 60 objetos y muebles recuperados, los que más se destacan son la chimenea de la Sala de Dirección, donde los restauradores hicieron un arduo trabajo para que volviera a su color original, el reloj de pie compuesto por un reloj patrón que comandaba a los relojes esclavos de las diferentes salas de la Biblioteca, como también el escritorio que usó Borges que perteneció también a Groussac y la fotógrafa Sara Facio inmortalizó en una de imágenes tomadas al escritor.