La última dictadura militar argentina inició el 24 de marzo de 1976 y culminó el 10 de diciembre de 1983. Durante ese período, el horror, la masacre y el caos reinaron por completo las calles nacionales y los derechos humanos fueron seriamente vulnerados. Miles de personas fueron detenidas, torturadas y asesinadas y, en la actualidad, hay familias que luchan por hallar a sus familiares desaparecidos. Uno de aquellos tantos prisioneros fue Hugo Soriani. El periodista argentino de 70 años fue detenido en diciembre de 1974 y pasó casi una década entre rejas. La angustia, tristeza e incertidumbre de lo que iba a pasar con él abundaban en su cabeza, pero existió algo que lo sostenía y lo ponía de pie: su padre, el capitán Soriani, que le enviaba cartas expresándole su amor y cariño paternal, pero, sobre todo, su apoyo incondicional hasta el final. Es por eso que, en homenaje a su padre, Hugo decidió escribir «Las cartas del Capitán» y realizó una emotiva presentación oficial el pasado domingo en la Feria Internacional del Libro.
Además de rendirle este homenaje a su entrañable padre, Soriani reveló que esta emocionante historia también está dedicada a todos los familiares de los detenidos que acompañaron y sostuvieron a sus hijos en esa cruda etapa. Es por esta razón que, en la Sala José Hernández, estuvieron presentes los presos políticos que compartieron el encierro en las cárceles de Magdalena, Caseros, Rawson y Devoto junto al oriundo de Almagro. En esta “celebración de padres a hijos y de hijos a padres”, expresión con la que resumió lo que sucedió durante la presentación, los sobrevivientes siguen cantando con la esperanza entre los labios.
Desde el fondo de una sala repleta empezó a crecer el contagioso canto “Cristina presidenta”. Es que, como es de público conocimiento, Hugo Soriani tiene un fuerte vínculo con el partido de izquierda de la política argentina y es por esto que muchos personajes identificados con el peronismo y el kirchnerismo dijeron presente en la exposición del libro. Una de ellas fue Milagro Sala, presa política en Jujuy, quien se refirió a los panelistas que acompañaron la presentación y comentó: «son compañeros que continuamente vienen luchando por una vida justa, por una patria libre y por el futuro de nuestros jóvenes”. Además, en la sala José Hernández estaba también, en primera fila, el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, y el miembro de la Cámara de Diputados Eduardo Valdés, quienes se mostraron maravillados con la narración de Soriani.
Las Madres de Plaza de Mayo es una asociación argentina formada en 1977, con el fin de recuperar con vida a los detenidos desaparecidos y establecer quiénes fueron los responsables de los crímenes. Todos estos años, lucharon incansablemente para obtener justicia por sus hijos y para hallar a sus nietos perdidos. Y, es por eso que, cuando se habla de dictadura, es imposible no remitirse a ellas. Una de las que fue parte de la muestra fue Taty Almeida, quien, además, fue autora de uno de los prólogos del libro. Con ese tono de voz inconfundible en el que combina la alegría de la lucha con la fuerza de la resistencia, la docente de 92 años subió al escenario y aseguró: “A través de este libro se hace memoria, esa que tantos quieren borrar y hacer desaparecer, pero jamás lo van a lograr porque acá estamos las locas que seguimos de pie, a pesar de los bastones y las sillas de ruedas. Y vamos a seguir”. Luego, desde la pantalla, llegaron los cálidos saludos de la cofundadora de la asociación, Nora Cortiñas, quien reconoció que el Capitán Soriani no abandonó a su hijo los días que estuvo en la cárcel “por ser un luchador popular que no te quedaste quieto cuando había que salir a pelear”, y de Vera Jarach, quien le agradeció por contar su historia “para seguir adelante en nuestro compromiso por la Verdad, por la Justicia, por la Memoria y todo cuanto pueda mejorar el mundo en que vivimos”.
Además de ser un reconocido periodista y escritor, Hugo Soriani es fundador y director general de Página 12, diario de noticias nacional, el cual pertenece al grupo Octubre. Esta empresa multimedios afiliada al kirchnerismo y fundada en 2006 fue la que realizó la edición del libro, por lo que la presentación tuvo mucha participación de la asociación. La directora del periódico, Nora Veiras, fue una de las que subió al escenario y describió con profundas palabras esta conmovedora historia. «Hugo escribe esas cartas con maestría, sencillez, sin adjetivaciones y con un estilo digno de un gran narrador. Es una lectura obligada para tomar conciencia de la lucha inclaudicable de todos los familiares», afirmó la autora. Otro de los que acompañó al ex-preso político y habló ante toda la sala fue Eduardo Aliverti. El locutor, docente y periodista de Página 12 celebró cómo está escrito el libro y aseguró: «En cada párrafo de los relatos se cumple una idea. Quiero destacar que Hugo no es Graham Greene, pero cuando los alumnos de la facu tengan una inquietud les puedo decir: ¿Leíste Las cartas del Capitán? Leelas para aprender cómo se narra”. Sin embargo, faltaba alguien que «decore» la escena con alguna que otra obra artística. Y allí estuvo Miguel Rep, quien fascinó con sus caricaturas e historietas. Al lado de Tristán Bauer, se encontraba Víctor Santa María, coordinador general del grupo Octubre.
León Gieco no fue un músico más para el pueblo argentino. Sus letras de rock and roll contestatarias y revolucionarias fueron un modo de representación para la sociedad y su éxito lo colocó al país en escala internacional. Pero, por otro lado, él tambien padeció la dictadura. Sus constantes referencias a favor de los derechos humanos hicieron que su disco El fantasma de Canterville, lanzado en 1976, fuera censurado y aceleró su mudanza a Los Ángeles por un año. Todas estas vivencias hicieron que el cantante no pudiese faltar en este acto de celebración. Comenzó cantando «El desembarco» y, luego, dió en el blanco cuando, antes de cantar “Solo el amor”, de Silvio Rodríguez –a la que definió como “una de las más hermosas canciones de amor que he cantado con su autor”–, comentó que Las cartas del Capitán es “un libro de mucho amor” de un padre a su hijo. Finalizó junto a los sobrevivientes excompañeros de Soriani cantando «Como la cigarra», causando las incesantes lágrimas de la audiencia.