Los seleccionados argentinos de cestoball, tanto en su rama femenina como masculina, hicieron historia el pasado 25 de mayo al salir campeones de la primera Copa del Mundo de la disciplina. El conjunto femenino obtuvo el título tras vencer en la final a India, el anfitrión, por 83 a 56. Por su parte, el masculino también debió enfrentar a los locales, a quienes derrotaron por 75 a 61 para poder levantar el máximo trofeo.
El campeonato, que comenzó el 21 de este mes en Bangalore, India, fue organizado por la Asociación Internacional de Cestoball, fundada en 2021 y presidida por la argentina Laura Antas. Puede ser que el hecho de que ella sea argentina y el Mundial haya sido en el país asiático no llame la atención, pero la relación entre ambas naciones no es casualidad, es más, dista mucho de serlo.
Por un lado, el cestoball, aunque en Argentina no sea popular o no todos lo conozcan, fue inventado por el correntino Enrique Romero Brest, médico y profesor de educación física, quien además creó la carrera del profesorado para dicha materia. En 1879, el profesor determinó las primeras reglas del entonces llamado pelota al cesto. Luego, en 1985 y en búsqueda de una proyección internacional, se modificó el nombre a lo que conocemos hoy en día: cestoball.
Si bien al principio era un deporte que se desarrollaba únicamente en las escuelas, con el tiempo se fue extendiendo su práctica hacia diversos clubes. Tuvo gran desarrollo internacional impulsado por Argentina entre las décadas del 70’ y 90’, donde se realizaron competiciones tanto con otros países de sudamérica como europeos. Sin embargo, casi llegando a los 2000 la actividad internacional tuvo un parate.
Fue recién en el 2018 cuando la Confederación Argentina de Cestoball buscó nuevos lazos para expandir el deporte y apareció India. Ese año, los argentinos llevaron adelante un intercambio con el país asiático, no sólo en pos de que el juego llegue a ellos sino que se extienda por el continente, objetivo que claramente se cumplió. La disciplina tuvo tan buena repercusión en Asia, que al año siguiente ya se comenzaron a realizar campeonatos continentales. De hecho, en la actualidad es el lugar donde más países practican cestoball, seguido por América, África y por último, Europa. Por eso, no es casualidad que el Mundial haya tenido como sede India y como países participantes, además de los locales y Argentina, Sri Lanka, Bangladesh, Bután y Francia.
¿Cómo se juega al cestoball? La disciplina se basa en el enfrentamiento de dos equipos de seis jugadores cada uno, cuyo objetivo es anotar puntos tras embocar la pelota en un cesto, de ahí su nombre. El escenario es una cancha dividida en dos mitades por una línea central, entre la misma y a cinco metros de cada línea final, centrado entre los límites del ancho de la cancha, es donde está ubicado el cesto de 3,30 metros de alto y 50 centímetros de diámetro. De esta manera, la pelota se puede encestar desde cualquier lado del mismo. Los jugadores tienen prohibido picar la pelota y su posesión no puede ser mayor a tres segundos, dando no más de dos pasos con la misma es que tienen que pasarla a un compañero, el cual debe estar a una distancia mínima de dos metros.
A lo largo de dos tiempos de veinte minutos netos cada uno, con un descanso de cinco, los equipos generan un juego rápido y dinámico, sumando de a dos o tres puntos, dependiendo de en qué zona se encuentran al momento de lanzar el tiro. Se podría decir que, de alguna forma, es una mezcla de básquet y handball.
Hoy en día, el cestoball sigue en desarrollo a nivel mundial y Argentina no solo es líder por ser campeón, sino que cuenta con ligas provinciales federadas y torneos nacionales organizados por la Confederación. Además, busca expandir la actividad originada en Buenos Aires con diversas acciones, por ejemplo, en los días previos al comienzo del Mundial en India, los jugadores y jugadoras dictaron un taller de enseñanza del deporte para los miembros de las demás selecciones.
Chiara Francavilla, 2°A TN.