Este martes a la mañana, más de 10 escuelas en el AMBA debieron ser evacuadas debido a que recibieron amenazas de bomba mediante correos electrónicos. De todas formas, no se encontraron explosivos en ninguno de los establecimientos educativos.
En los mails, se hizo referencia a un tiroteo en Belgrado, masacre que ocurrió la semana pasada en la capital de Serbia, donde un estudiante fue detenido por haber asesinado a ocho alumnos y a un guardia de seguridad en un instituto.
Entre las instituciones afectadas se encuentran: Villa Devoto School, el Colegio San Mateo, el instituto de inglés Nightingale School, entre otros de la Capital Federal. Mientras tanto en la Provincia de Buenos Aires, los colegios Northlands, St. John’s, San Andrés y algunas más.
Tras esta situación, se armó un equipo de fiscales de Responsabilidad infantil en San Isidro formado por Andrés Zárate, Silvia Gremes y la ayuda de Alejandro Musso, especialista en Delitos Informáticos. El miércoles por la noche, lograron detener a un adolescente, luego de un allanamiento en su domicilio.
En el operativo que se hizo en la calle Entre Ríos, ubicada en la localidad de Martínez, se encontraron distintos tipos de dispositivos electrónicos y, a su vez, hallaron armas de fuego.
El joven de 16 años que fue vinculado con las amenazas de bomba ya había sido identificado como el responsable de amenazas del mismo tipo en marzo pasado, realizadas al colegio Riverside School de Acassuso, que era donde cursaba estudios secundarios.
Luego de este episodio, sus padres y el Ministerio de Educación de la Provincia acordaron la posibilidad de una vacante para que vuelva al colegio. El menor estuvo internado en una clínica psiquiátrica, hasta que su familia tomó la decisión de que continúe el tratamiento en su hogar.
Fuentes judiciales aclararon: “Ahora utilizó otra plataforma (de mail) también dedicada a ciberseguridad”. Luego agregaron que solo en el departamento judicial de San Isidro, desde Pilar hasta Vicente López, hay 12 colegios que fueron afectados.
A pesar de que, en principio, el adolescente quedó acusado por el delito de amenazas e intimidación pública, finalmente, tras el peritaje psicológico, la Justicia dictaminó que es inimputable porque no comprende la criminalidad de sus actos, ya que padece un trastorno psicológico.
El juez a cargo de la causa, Mariano Ricardo Giglio, decretó que se le haga un estudio que concluyó que el acusado tiene un trastorno generalizado del desarrollo (TGD) y Asperger. Se determinó que el chico, pese a las amenazas realizadas, no representa un riesgo para sí mismo ni para terceros.
La decisión fue que el joven no volviera a su casa, sino que quedará bajo la tutela de otro pariente. No tendrá la posibilidad de comunicarse con alguien de la comunidad escolar y tampoco contará con acceso a internet.
Inmediatamente después de ser arrestado por orden del equipo de fiscales y por el especialista en Delitos Informáticos, el menor asumió la culpabilidad del ataque en marzo pasado, pero negó las acusaciones por estas últimas amenazas.
Por otro lado, desde el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, comunicaron que denunciarán penalmente a los responsables. Soledad Acuña, ministra de educación porteña, declaró que las familias de los estudiantes involucrados deberán hacerse cargo de los costos de la interrupción de clases.
Posteriormente, agregó: “Tal como hicimos con las tomas de escuelas, cada vez que se pierda un día de clases por una amenaza de bomba, vamos a denunciar penalmente y enviaremos a la Procuración General de la Ciudad un informe técnico cuantificando el valor correspondiente al pago diario de salarios del personal de las escuelas afectadas, para así transferirles a los adultos responsables el costo laboral que implicó el día perdido.”
Felipe Leivas – 2ºB Turno Mañana