En el estadio Juan Pasquale, la Confederación General del Trabajo (CGT) festejó el día internacional del trabajador reuniendo mas de 20.000 personas. Pero para sorpresa de muchos, importantes dirigentes como: Pablo Moyano (Camioneros), Mario Manrique (Smata) y Abel Furlan (UOM), no asistieron al acto.
Hubo un claro apoyó al gobierno y se profundizó el reclamó para tener un lugar en el FDT (Frente de Todos). Bajo el lema: «Estamos a tiempo», se presentó un documento que instó a: «Un gran consenso político, económico y social, promoviendo el desarrollo, la producción y el trabajo como instrumentos hacia un horizonte de crecimiento con justicia social». Y siguió señalando: «Los índices de inflación y pobreza deben encabezar las prioridades para la adopción de medidas y acciones urgentes, es urgente una rediscusión de plazos y pautas de las condiciones sobre los servicios de la deuda comprometidos con el FMI». Asimismo estos dirigentes manifestaron: «Nuestra CGT ha dado un paso muy importante cuidando la unidad mas allá de los matices propios de la diversidad, el actual contexto económico y social es lo suficientemente complejo como para perdernos en mezquindades y tácticas canceladoras»,
Luego de leer el documento, Daer dio un discurso y se refirió a Javier Milei: «El FMI no puede seguir sosteniendo una meta incumplible, basta a los irresponsables que dicen que hay que dinamitar todo y los que dicen que hay que dinamitar un poco. Basta de irresponsables que dicen que hay que dolarizar». Minutos después agregó: «Quieren empobrecernos a costilla de lo que quieren llevar adelante. Pero la CGT no es antisistema, como se plantean estos tipos. Nosotros estamos adentro del sistema, pero queremos que el sistema cambie, que nos contenga y que dé resultados y genere condiciones para una mejor vida”, concluyó.
Cuando se refirió a la jornada laboral, el dirigente exclamó: “Es una antigüedad porque la productividad de hombres y mujeres se multiplicó exponencialmente. Cuando hablamos de productividad tenemos que arrancar por ahí porque si un hombre y una mujer producen mucho más que cuando se pusieron las 8 horas de trabajo y las 48 semanales habrá que discutir y cambiar esto”. Aunque al final del acto, Carlos Acuña tomó el micrófono y se explayó ante la polémica de la jornada laboral: “Estamos de acuerdo con una reforma laboral si es para reducir la jornada de 8 a 6 horas diarias. Eso generaría más puestos de trabajo, pero algunos usan de eje de campaña una reforma laboral y después no saben lo que es un convenio colectivo porque nunca laburaron», planteó con un enojo muy evidente. Luego cerró con una reflexión: «Y defendamos nuestras leyes laborales y nuestro convenio colectivo que es la mejor forma de defender los puestos de trabajo».
Tomás Cortez Albanese