Por definición, la Inteligencia Artificial es un conjunto de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano. En otras palabras, es tratar de hacer pensar a una máquina de la forma que lo haría una persona.
Hace unos años se contemplaba este fenómeno como algo lejano, quizás en alguna película, una serie o alguna animación en las que muchas cosas eran hechas por robots o máquinas. Hoy es una realidad que llegó para quedarse y convivir en el aquí y ahora.
En muchos casos, atraviesa las actividades cotidianas sin que el usuario tenga conciencia de ello, ya que, en sus diferentes tipos, la IA lleva un tiempo instalada.
Tipos de Inteligencia Artificial
Los diferentes tipos de inteligencia artificial son:
- Máquinas reactivas o aprendizaje automático: no tienen la capacidad de formar recuerdos ni utilizar experiencias pasadas, se sigue una programación de aprendizaje, entrenamiento y resultado. Son las más frecuentes. Por ejemplo, asistentes virtuales y videojuegos.
- Memoria limitada o aprendizaje profundo: máquinas robóticas que pueden mirar hacia el pasado, englobando más datos e información al mismo tiempo. Por ejemplo, Big data y aplicaciones de reconocimiento facial.
- Teoría de la mente o redes neuronales: trata de interpretar el comportamiento de las neuronas, forman representaciones sobre el mundo y sobre otros agentes. Por ejemplo, reconocimientos de imágenes o textos o para controlar robots.
- Autoconciencia o sistema experto: sistemas que pueden construir representaciones sobre sí mismo, sistemas que tienen una lógica racional e intentan imitar a un humano. Por ejemplo, ámbitos destinados al cliente como turismo, inversiones, atención al cliente y seguridad.
En función de su uso, también se puede clasificar a la IA en lógico-matemática, lingüística, espacial, musical, corporal o naturalista.
Su Uso
La Inteligencia Artificial se utiliza en atención al cliente automatizada, asistentes virtuales, plataformas de streaming, procesos selectivos, GPS, cajeros automáticos, etc. La lista puede ser muy extensa.
Luego de la pandemia desatada en el 2020, su uso se consolidó mucho más. El uso de las nuevas tecnologías se instaló en época de covid, por lo que las personas tuvieron que adaptarse a ese nuevo estilo de vida tecnológico, aprender a utilizarlo e incorporarlo en la cotidianeidad.
Para muchos no fue tarea sencilla, pero tuvieron que hacerlo, ya que las acciones de los seres humanos estaban quedando desplazadas por las nuevas herramientas tecnológicas digitales y robóticas. Pero una vez incorporadas, se hicieron permanentes.
En la última semana nacieron en Estados Unidos dos bebés concebidos por un robot. El tratamiento de fertilidad fue hecho por robótica, el ejemplo más avanzado de la ciencia en IA.
La investigación clínica incorpora Inteligencia Artificial, Tik tok la utiliza para añadir avatar. También se le pide orientación a la hora de elegir una película. En los últimos meses se observó el crecimiento de los chat GPT (Generative Pre-trained Transformer), chat que se especializa en el diálogo, al que se le puede pedir cualquier cosa y este lo hará). Proliferan los autos sin conductor. La lista de actividades atravesadas por la IA es cada vez más larga.
Consecuencias
La Inteligencia Artificial es parte de la sociedad, que ya no puede escapar de ella. Los seres humanos cada vez quedan más fuera del sistema sino la incorporan a sus vidas, pero ¿bajo qué consecuencias?
La tecnología y la Inteligencia Artificial hacen una vida más fácil, pero trae otras consecuencias para la sociedad. Desempleo, falta de creatividad, contaminación ambiental, dominio de las grandes empresas tecnológicas o éxodos masivos hacia el estudio de carreras de ingeniería en sistemas son algunas de las consecuencias que trae aparejada la IA, lo que se supone que se irá incrementando con el paso del tiempo.
Las cartas ya están echadas. La revolución digital, robótica y tecnológica ya está en juego. La Inteligencia Artificial juega la partida.
Paula Furgiuelle – 2ºB Turno Mañana