Emmily Rodrigues era una modelo brasileña radicada en el país hace un tiempo. El 30 de marzo, luego de cenar en el restaurante Gardiner de Costanera con su amiga Julieta Mourao, fue invitada a una fiesta privada en el barrio de Recoleta a la que llegó cerca de las tres de la mañana. El final fue trágico: cayó desde la ventana del sexto piso del departamento en el que se encontraba y falleció en el acto, producto de las lesiones provocadas por el impacto de la caída. Lo que intentan determinar las autoridades es si se arrojó por decisión propia o fue empujada hacia el pulmón del edificio.
La fiesta se llevó a cabo en el departamento del empresario entrerriano Francisco Sáenz Valiente, quien es el principal sospechoso de lo acontecido durante esa noche, bajo la acusación de femicidio en un comienzo, aunque en las últimas horas la imputación fue ampliada y ahora se lo acusa de homicidio agravado por femicidio, tenencia ilegal de armas y suministro de estupefacientes. En este contexto, el empresario de 52 años se defendió en su indagatoria: “No le suministré ni le entregué drogas a nadie”, manifestó.
El expediente está a cargo del fiscal Santiago Vismara y el juez Martin del Viso, quienes mantienen a Sáenz Valiente detenido. El acusado es defendido por los abogados Facundo Orazi y Rafael Cúneo Libarona.
Una de las suposiciones de la justicia es que durante la noche los presentes habían mezclado cocaína con “tusi”, una droga alucinógena conocida popularmente como cocaína rosa, que fue encontrada en el departamento. Según el resultado de la autopsia, llevada a cabo por el forense Héctor di Salvo –el mismo que le realizó la autopsia al cuerpo del fiscal Alberto Nisman-, la modelo falleció producto de varios politraumatismos. El informe detalla que se contaron 27 heridas superficiales distintas entre hematomas y equimosis, escoriaciones en brazos y rodillas y en la ingle. Sus pulmones fueron desgarrados, igual que su hígado. Sufrió una triple fractura en su pelvis y una fractura expuesta en su muslo derecho.
Para el abogado de la familia, Ignacio Trimarco, la prueba clave es la lesión denominada como número 18, en la zona derecha del pecho y el abdomen, que señala: “Área excoriativa y apergaminada de 13 por 9 centímetros, con patrón de arrastre en tórax y abdomen derecho a la altura del hipocondrio derecho”. Esto, según indica el abogado, es la prueba que Emmily opuso resistencia, indicando la lesión como una de arrastre, señalando que “se estaba resistiendo, apoyándose contra la ventana, y termina siendo empujada”
Por el lado de la defensa, los abogados de Sáenz Valiente señalan que Rodrigues sufrió un brote psicótico antes de caer por la ventana que da al pulmón del edificio, además de haberlos mordido a él y a su amiga Juliana. Además, destaca que se encontraba desnuda porque se le había rasgado el pantalón producto del forcejeo para evitar que Rodrigues cayera desde el departamento.
Para la justicia, ese es el punto en el que se contradicen los hechos, ya que el empresario presentaba varios rasguños en su cuerpo, lo que derivó en su detención hasta el día de la fecha, esperando el veredicto del juez. Por el lado de Julieta, la amiga de Emmily que la llevó a la fiesta, se encuentra momentáneamente bajo la calidad de testigo y su testimonio puede ser clave para la sentencia.
Lo que genera aún más dudas sobre el caso son los llamados que Francisco realizó al 911 pidiendo la presencia de algún efectivo. En los audios difundidos, expresa: “Está como poseída, si pueden venir rápido…”. Fue minutos antes de que el personal policial llegara a la zona y se encontrara el cuerpo de Emmily.
Cerca de las 10 de la mañana, fue anunciada su muerte en el Hospital Fernández, al que había llegado sin vida, luego de ser trasladada en una ambulancia del SAME.
Juan Gabriel Insaurralde – 2ºB Turno Mañana