Durante los últimos meses, desde las oficinas administrativas de WhatsApp se reveló que padecieron un ciberataque masivo que implicó a más de 500 millones de números telefónicos y las respectivas bases de datos de la aplicación de mensajería. Un robo que se achacó a distintos grupos de hackers. Esto ocurrió tras una serie de actualizaciones que los desarrolladores proponen desde su agenda e implicaban una mayor seguridad informática.
Si bien existen otras aplicaciones de mensajería, WhatsApp es la mas utilizada para que cualquier persona se comunique. Por lo cual, los ladrones de información digital la consideran como la mejor fuente de datos que pueden destinarse a fraudes por usurpación de la identidad, o mayormente a la venta de dichos datos en el mercado negro, a precios de miles de euros.
El manejo de la información personal es un ámbito delicado y que corresponde la intervención activa de los usuarios en dicha aplicación. Una cuestión a la cual hoy la mayoría de los usuarios se encuentra ajena, más bien reducida dicha intervención a verificar los mensajes o links de contactos desconocidos. Por el contrario, es bien conocido el manejo impune de la información que realizan los dueños de Facebook por cuenta de estas bases de datos para su beneficio con la comercialización o uso en publicidad.
Kevin Bustos, 2° A TT