Francisco Cufre Fiorotto se consagró campeón del torneo Sudamericano de Karate con tan solo 11 años de edad. Posee una personalidad y una mentalidad acordes a las de un adulto, con metas y prioridades. Este niño sorprendió a propios y extraños con sus cualidades.
La disciplina de Francisco, que hace más de un año viene entrenando cada tres días, se reforzó al llegar al torneo, por lo que comenzó a practicar todos los días para lograr su máximo objetivo.
Córdoba festejó por él, sobre todo en su barrio, el Nuevo Poeta Lugones. También en su colegio, el Inmaculada Concepción de esa ciudad. Fran, como le dicen sus más íntimos allegados, comenzó a practicar Karate en julio del año pasado en el popular Dojo Fénix, que está ubicado en Monseñor Pablor Cabrera y Fray Luis Beltrán.
“Lo que más me gusta de este deporte es aprender a defenderme en cualquier situación y esto me dio más seguridad”, expresó en declaraciones publicadas por el diario Expresión Norte. La primera pelea la ganó por knock out y la segunda por decisión unánime de los jueces.
“Ser niño en el deporte” es fundamental para un buen desarrollo de los huesos y músculos, lo que proporciona, en gran medida, una buena condición cardiovascular. Más allá de la parte física, el deporte ayuda a los niños y niñas a tener más confianza en ellos mismos, favorece su autoestima y les ayuda a poder relacionarse mejor con los demás. Todo esto representa el Karate en la vida de Francisco.
Para ganar un torneo de Karate se deben tener ciertos atributos necesarios a la hora de competir. Fiorotto se preparó arduamente con trabajos de fuerza en el gimnasio, trabajando en su capacidad de reacción ante los golpes del rival, mejorando la elasticidad de su cuerpo al lanzar patadas y moverse rápidamente cuando la situación lo ameritara. Todos estos condimentos hicieron que pudiera imponerse en los enfrentamientos decisivos.
La parte mental juega un papel preponderante si se aspira a salir campeón en cualquier deporte, y por tal motivo él siempre va por más. Tiene aspiraciones de salir campeón mundial y competir en cada torneo que se organice. Al tener en claro en su mente dónde quiere estar, sabe que es más fácil llegar a la meta. Con todo lo que ya aprendió como base, no se achica y quiere seguir aprendiendo para tener nivel de élite.
El Karate Kyokushin, en el que se desempeña el campeón, es para él una filosofía de vida y de un concepto muy amplio. Practicar este tipo de Karate le enseña a conseguir autocontrol, respeto, concentración, ejercicio físico, confianza, honestidad, coraje, responsabilidad y persistencia. Todo lo aprendido le da una visión global, desplazamientos con una correcta posición, trabajar al hacer las cosas con su espíritu y, lo más importante de todo, el ser fuerte mental, física y técnicamente.
Algo que le da mucha ilusión a Francisco es el antecedente de Evelyn Diaz Biasizzo, campeona en Karate en los juegos de Rosario 2022 y que también se consagró en el nacional de Tucumán. También cordobesa, se encamina a representar a Argentina en los próximos Juegos Olímpicos de 2028.
Lamentablemente, en Paris 2024 no habrá Karate, pero sí lo habrá en Los Ángeles 2028, en Estados Unidos.
En Evelyn Díaz podemos ver el presente del Karate nacional y en Francisco Fiorotto el futuro del mismo. Sin duda alguna la experiencia que ganen ambos en estos años de competiciones, serán la clave para poder aspirar ganar los Juegos Olímpicos venideros.
Walter Ariel Marquina Sosa, 2 ° A , T.M.