Con su corte de pelo al mejor estilo del futbolista brasileño Ronaldo Nazario y su gran velocidad supo ganarse el amor de todos los aficionados de rugby. “Mis padres no querían que anduviera entre pandilleros y mezclado en lugares peligrosos, llenos de violencia callejera”, recordaría el wing ya que por su imponente contextura física, a los 12 años aparentaba tener 18.
El 26 de junio de 1994 con 19 años, ese gigante de 1,96 metros y 120 kilos de peso, se convirtió en el jugador más joven de la historia en debutar en los míticos All Blacks. Su debut empezó con el pie izquierdo, ya que los neozelandeses cayeron por 22 a 8 ante Francia, y a la semana siguiente se volvieron a enfrentar ante «Les Bleus» perdiendo esta vez por 23 a 20.
Lomu se volvió mucho más conocido en el Mundial de Sudáfrica 1995, allí anotaría siete tries en cinco partidos, incluidos cuatro en la semifinal contra Inglaterra. Aunque los oceánicos fueron derrotados por 15 a 12 por los Springboks, Lomu fue distinguido como el Mejor Jugador del certamen (MVP).
Su imagen avasallante lo hizo ganar millones en contratos de marketing con gigantes comerciales como McDonald ‘s, Adidas, Reebok y Heineken. A partir de su aparición, el público y los demás jugadores exigieron la profesionalización del rugby.
En 1996, los All Blacks fueron los primeros en conseguir el Tri Nations, el torneo ahora conocido como The Rugby Championship, al que hace pocos años se sumó Argentina. A fines de dicho año, a Jonah Lomu le diagnosticaron un “síndrome nefrótico», enfermedad renal que sufren sólo tres de cada 100.000 personas. Con su gran fortaleza logró imponerse ante dicha enfermedad, estuvo en el Mundial de Gales 1999 y consiguió superar su marca de tries, ya que anotó ocho: dos a Tonga, uno a Inglaterra, dos a Italia, uno a Escocia y estando en semifinales, marcó dos más ante Francia, aunque el conjunto francés lograra el triunfo por 43 a 31.
Pudo seguir jugando al rugby gracias a una medicación muy agresiva, pero sus maltrechos riñones lo obligaron a realizar maratónicas sesiones de diálisis tres veces por semana. Hasta que el 28 de julio de 2004 se sometió a un trasplante de riñón en Auckland.
En enero de 2005, Lomu volvió a jugar, pero antes de volver al rugby profesional, la Agencia Mundial Antidóping le otorgó un permiso especial ya que, unos de los medicamentos que le habían recetado por su trasplante, figuraba en la lista de sustancias prohibidas de dicho organismo.
Lamentablemente en 2011, su cuerpo rechazó el órgano que había recibido siete años antes, y su estado de salud comenzó a deteriorarse. «Desafortunadamente, ningún tratamiento ha funcionado, mi salud es exactamente la misma que al comienzo de la enfermedad», dijo un año después, cuando ya esperaba un segundo trasplante.
Falleció en la mañana del miércoles 18 de noviembre de 2015 en su casa de Auckland. Tenía 40 años. provocando una conmoción en el mundo del deporte en general, y del rugby en particular.
Su multitudinario funeral se realizó 12 días después en el estadio Eden Park de Auckland, más de 10.000 personas rindieron homenaje a su memoria.
Autor: Facundo Gabriel Castaño. 2B TM