Incertidumbre y confusión serian las mejores palabras para describir lo que se vivió cuando Max Verstappen recibió la bandera a cuadros en el Gran Premio de Japón, donde el inicio se vio demorado debido a las condiciones climáticas, tal como ocurrió en Singapur, tomando un protagonismo que paralizó la carrera durante dos horas. De todos modos, hubo final feliz para el ahora bicampeón de la Fórmula 1.
El piloto de Red Bull, que largaba desde la pole, durante los primeros minutos hizo todo lo que tenia que hacer para ganar, pero la carrera luego de 40 minutos se detuvo, tras un inicio fallido. Un error de Carlos Sainz en una pista que estaba indomable hizo que los comisarios deportivos pararan la competencia levantando la bandera roja dos vueltas después.
Allí fue cuando comenzaron las dudas, ya que el clima no mejoraba y los minutos seguían corriendo. Muchos empezaron a pensar una posible suspensión, pero luego de tres horas las condiciones de la pista habían mejorado y finalmente se pudo reanudar la carrera, aunque el número de vueltas no sería el mismo de las originalmente planeadas.
El neerlandés dominó sin sobresaltos, logró la victoria y se consagró campeón con una antelación de cuatro fechas, con una ventaja de 26 segundos sobre su escolta, Charles Leclerc (Ferrari) y 27 con respecto a Sergio Peréz (Red Bull).
Verstappen no creía haberse consagrado campeón una vez más en la Fórmula 1, y lo dejó claro en sus primeras declaraciones: «El campeonato hubiera sido genial haberlo ganado aquí, pero tenemos otra oportunidad en la próxima carrera».
Luego de que se conociera el resultado final comenzaron las dudas, que tenían que ver con la cantidad de puntos, ya que tras correrse 28 vueltas de las 53 pautadas no se corrieron el 75% del total, como lo estipula el reglamento. En este caso, los 19 puntos que originalmente le hubieran correspondido, no habrían sido suficientes para celebrar de antemano. Pero, por supuesto, esos números se refieren a carreras que no se pueden correr, y eso no fue lo que ocurrió en el Gran Premio de Suzuka, en donde Max vio la bandera a cuadros en la primera posición. Por eso obtuvo la máxima puntuación y pudo celebrar.
A pesar de haber arribado como escolta de Verstappen, Leclerc, el monegasco fue penalizado con 5 segundos tras defenderse del asedio de Checo Pérez. En consecuencia, el de Ferrari se quedó con el tercer puesto, y el mexicano con el segundo lugar.
Eso cambió todo en el torneo. El segundo lugar hubiera dejado al piloto de Ferrari a 111 puntos de Max, con 112 unidades en pugna, por lo que el hombre de Red Bull se verñia obligado a esperar a la próxima fecha para celebrar su consagración. Con la caída al tercer puesto de la clasificación final, Leclerc quedó tercero en el campeonato, a 114. Pérez, a pesar de haber quedado en el segundo lugar de la tabla, tiene 113, por lo tanto tampoco logró ampliar la definición.
En cuanto todas las dudas fueron despejadas, el neerlandés tuvo su merecido festejo. Un festejo que se veía venir, tras un amplio dominio en la temporada, en la que obtuvo 12 victorias en 18 carreras.
En total, fue su triunfo número 32 en la Máxima, donde también sumo 72 podios, 18 poles y 21 récords de vuelta, unos números extraordinarios que se dieron tan solo en 159 carreras.
Max está dando sus primeros pasos en el mundo del automovilismo y ya es bicampeón con tan solo 25 años. Si bien es un corredor joven, se puede ver reflejada la calidad con la que se desenvuelve y la agresividad que ha demostrado desde el primer día en que se convirtió en piloto de Formula 1.
La próxima fecha se disputara en la pista Circuito de las Américas de Estados Unidos, el próximo domingo 23 de octubre, a partir de las 14 (17 de Argentina).
Martina Acevedo – 2ºA Turno Mañana