Celeste Vázquez Zonca se desempeña como número 5 en el Club San Martín. Sus inicios fueron a los 9 años en el club San Telmo, pero su actualidad transcurre en el club Atlético Ferrocarril General San Martín, equipo en el que milita desde 2018. Su arribo estuvo incentivado en busca de una mejoría personal. San Martín milita en la D de la Asociación Amateur de Hockey de Buenos Aires y, este año, tras una temporada en la E pudo volver rápidamente a la cuarta división.
Su juego se caracteriza por un gran despliegue físico, sumado a una muy buena técnica que le permite al equipo encontrar soluciones en ataque. “Juego de 5, me destacó por una gran capacidad física y un gran despliegue. Me gusta atacar, mi juego es bastante ofensivo”, afirma.
Como sucede generalmente cuando alguien se inicia en un deporte, hay una persona que funciona de nexo o incentiva a la práctica deportiva. Para Vázquez Zonca no fue la excepción, ya que su acercamiento al deporte que ama se dio gracias a una compañera del primario. “Arranqué a los 9 años en San Telmo, la verdad que bastante grande porque hay chicas que arrancan a jugar con 5 o 6 años. Mi vinculación tiene que ver porque una amiga empezó a jugar en San Telmo, empecé a ir porque la acompañé una vez y desde ese momento no dejé de jugar nunca”, expresó.
En el conjunto candombero hizo la mayor parte de su formación y se sostuvo durante 7 años, pero por cuestiones dirigenciales y de ir búsqueda de un progreso personal, eligió buscar otro camino. “En San Telmo jugué desde el 2010 hasta el 2017. En 2018 llegué a San Martín, en parte porque quería un progreso para mi carrera y también porque tuve ciertas diferencias con dirigentes de San Telmo”, contó.
Hace muy poco, el conjunto de Villa Raffo pudo cumplir un gran anhelo: estrenar una cancha de agua. Y la jugadora de 21 años pudo ser parte de un suceso histórico para su club. “Cuando yo llegué al club, el proyecto ya estaba. Es algo que se viene trabajando hace mucho tiempo. Se hicieron torneos, rifas y más cosas para poder recaudar plata”, comentó.
Además, no dudó en ocultar la emoción al contar lo que significó para el club y las jugadoras ser parte de un momento así. “Las sensaciones fueron buenas. Creíamos que nos iba a costar más porque la diferencia entre arena y agua es bastante. En la semana pudimos entrenar y siento que nos alcanzó. Estábamos muy contentas porque fuimos el primer partido oficial del club en esa cancha y aparte hacía mucho que no jugábamos de local. Para nosotros era un sueño tener la cancha y la esperamos un montón. La obra empezó en marzo y terminó en septiembre, fue un montón de tiempo, pero valió la pena porque la cancha quedó hermosa y es una satisfacción enorme poder jugar ahí”, sostuvo la volante central.
Por último, hizo un análisis de lo que viene siendo el año, como fue su adaptación a la categoría tras el ascenso y sus sensaciones de los merecimientos del equipo. “En 2017, antes de que yo llegue, San Martín estaba en la D. En 2018 y 2019 (año que descendieron) jugamos en la D, ya en 2021 estábamos en la E y conseguimos el ascenso. Siento que estamos bien, a principio de año creía que iba a haber más diferencia. A pesar de que no clasificamos al torneo de las ganadoras por muy poco, las sensaciones son muy buenas. Siento que merecimos más”, fue su balance.
Martín Rubino, 2°b, turno mañana.